Esta medida supondría igualar el tipo de impuesto de las publicaciones digitales al del papel (la UE solo permite aplicar un IVA menor a estas), lo que se espera que se traduzca en una mayor venta y comercialización de ebooks y prensa digital. Luis de Guindos, ministro de Economía y hacienda, ha explicado que la decisión se ha tomado tras un debate unánime en la UE con sus homólogos europeos sobre la propuesta de la Comisión Europea.
Los editores españoles ya habían pedido el cambio en otras ocasiones, ya que, según ellos, el impuesto del 21% que grava las publicaciones digitales era la causa principal de los descensos en las cifras de registro y ventas de los productos. Según la Agencia ISNB, las cifras muestran una diferencia de 2.236 libros electrónicos menos en el registro desde 2012 a 2013 (año en el que se aplicó el IVA del 21%).
El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis De Guindos, ha asegurado este martes que el Gobierno reducirá el tipo de IVA que se aplica a eBooks y publicaciones digitales para equipararlo con el que se grava a la prensa y los libros en papel, en línea con la última propuesta de la Comisión Europea, con lo que el tipo bajará del 21% al 4%.
De Guindos ha explicado que los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin), han discutido la propuesta de Bruselas sobre el impuesto al consumo del comercio electrónico, que incluye, entre otras cosas, dar la posibilidad a los Estados miembros de igualar el gravamen que se aplica a las publicaciones digitales y a las impresas, que en la actualidad son diferente en España para las publicaciones en papel (4%) y las digitales (21%).
Esta medida supondría una modificación de la normativa europea actual, que si bien únicamente permite aplicar un IVA reducido, superreducido o nulo a los libros y las publicaciones en papel, dejaba a la libre disposición de cada estado el tipo de IVA que se debía aplicar a las digitales.
Finalmente, el ministro de Economía ha afirmado la intención es equiparar ambos tipos «de una sola vez» y no de forma gradual, puesto que «no existe una razón para que haya un gravamen diferenciado”.