Ocho de los mejores ajedrecistas ciegos y con discapacidad visual grave de España competirán contra videntes en el XLII Open Internacional ‘Ciudad de Sevilla’ que se disputa del 13 al 21 de enero en el Palacio de Exposiciones y Congresos.
Entre los participantes de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), estarán presentes los cinco primeros clasificados en el último Campeonato de España: Albert Olivera (campeón), Gavril Draghici (subcampeón), Agustín Fernández (tercer clasificado), Manuel Palacios (4º clasificado), y el gaditano José Manuel Vela (5º clasificado).
También asistirá el actual campeón de España juvenil, Eduardo Méndez, así como los jugadores de Castilla y León Ramón Sanz y Jesús Díez. El resto de jugadores proceden de Cataluña, Canarias y Madrid.
El torneo, uno de los más longevos y prestigiosos de España, tiene más de 150 participantes inscritos de los cuales casi medio centenar son titulados internacionales. El Open se disputará todos los días a partir de las 17.30 horas, excepto la última jornada (día 21 de enero) que dará comienzo a las 09.30 horas.
Pequeñas adaptaciones
Los participantes con discapacidad visual se medirán en abierto, en igualdad de condiciones al resto de competidores sin discapacidad de países de todo el mundo.
Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan sólo algunas adaptaciones en el material de juego. Por ejemplo, el tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos para hacerlos diferentes al tacto. Además, las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas.
Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro, en el que se insertan las piezas a través de un pequeño vástago que éstas tienen en su parte inferior. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.
Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros. Cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero de modo que, al tocarlas, no moleste ni sea molestado por su contrario. Los relojes de ajedrez disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.