Desiré García es periodista y activista por los derechos humanos y de los refugiados. También es miembro de la Asociación de Ayuda al Pueblo Sirio de Andalucía (AAPS_Andalucía). Esta sevillana decidió irse a Lesbos de voluntaria tras ver la fotografía publicada en los medios de comunicación del niño Aylan ahogado en la playa de Turquía, a una orilla de la vida. No se lo pensó dos veces: se colgó la mochila y se fue a la isla griega, que en aquellos momentos estaba repleta de personas deseosas de futuro, pero también de una palabra, un gesto o una manta para entrar en calor tras la durísima travesía y las horas las de naufragio.
- ¿Cómo y por qué tomaste la decisión de hacer un voluntariado y ayudar a las personas demandantes de asilo?
El punto de inflexión fue ponerle nombre y cara a la desgracia. Se llamaba Aylan y apenas alcanzaba los 4 años. Cuando vi su cuerpo en la arena pensé que era hora de hacer algo más que indignarme y pasar de canal
- ¿Por qué en Lesbos concretamente?
2015 llenó las playas de esta pequeña isla griega de personas que buscaban una salida al horror. Lesbos se convirtió en la puerta de Europa y hacían falta muchas manos, todas las que los gobiernos europeos dejaron de prestar.
- ¿Cuáles han sido las labores que has realizado en Lesbos?
Junto con mis amigas y compañeras de la AAPS_Andalucía nos encargábamos de llevar ropa seca a las playas para que la gente pudiera cambiarse ya que llegaban mojados y, en muchos casos, con síntomas de hipotermia. Además estuvimos prestando ayuda en los campos que se autogestionaban gracias a la ayuda de voluntarios independientes
- ¿Con qué te quedas de tu experiencia allí y qué desearías eliminar de tu mente?
Me quedo con las lecciones de vida, tanto de los que llegaban como de todas las personas que desinteresadamente ayudaban dando un enorme ejemplo de humanidad. Toda la que hace falta en este mundo, a veces, tan oscuro.
Borrar solo borraría las miradas perdidas de aquellos que llegaban sin rumbo. Adultos, ancianos, niños… Nadie debería vivir un exilio tan cruel ni debería ser tratado como criminales solo por tener el anhelo de vivir. Esto no es cuestión de elección, es cuestión de supervivencia. Eso es lo que no entra en la mente de esta Europa xenófoba y egoísta.
- ¿Tienes una idea de a cuánta gente ayudasteis con vuestra acción?
Ni la tengo ni me la cuestiono. Debemos dejar de pensar en cifras cuando hablamos de refugiados. Cada una de esas cifras lleva detrás una historia muy dolorosa. Merecen dignidad y humanidad. Los números sólo nos hacen invisibles.
- ¿Hay un movimiento humanitario y de solidaridad lo suficientemente importante con las personas demandantes de asilo?
Definitivamente, no. Pero el problema es que esto no es una cuestión de voluntarios. Esto es una cuestión de responsabilidad civil y gubernamental. Es obligación de los estados prestar ayuda a las personas que huyen de la guerra, el hambre y las persecuciones políticas, así lo recoge la declaración de los Derechos Humanos que la UE firmó y apoyó.
A nivel de voluntariado hay un movimiento muy importante pero falta concienciación.
- ¿Cuál consideras el avance más importante al que se ha llegado en el asunto de los refugiados?
Más bien se ha retrocedido. Se llegó a una política de cupo que nunca se cumplió. Se inició un movimiento social que ha ido perdiendo fuerza con el paso de los meses. Y la cobertura mediática ha ido decreciendo para focalizar la atención en el muro de Trump. Las fronteras europeas matan personas cada día; en Serbia, Hungría, Grecia, y aquí en España, no olvidemos Ceuta y Melilla…e frío, el hambre pero sobre todo, la indiferencia, matan cada día a cientos de personas.
- Hay muchas acciones bienintencionadas dentro del voluntariado que no terminan de cuajar y cumplir con los resultados deseados. Muchos voluntariados no se corresponden con las necesidades reales de las personas que reciben la ayuda, ¿en qué tipo de acciones deberían centrarse las personas que deseen ayudar?
Lo primero es buscar información veraz de las necesidades del momento. Hoy se necesitan mantas en las fronteras del norte, pero si las vas a mandar en junio, de poco sirven. Para una buen organización del trabajo hace falta una coordinación a nivel de asociaciones que se hace muy difícil cuando las “grandes corporaciones” se mueven por otras motivaciones que no son exclusivamente el derecho y la dignidad de los refugiados.
Desde la AAPS_Andalucía hemos iniciado el proyecto #SiguiendoTusHuellas para la ayuda directa en las fronteras. Vamos, nos informamos, buscamos proyectos y lo financiamos dentro de nuestras posibilidades. Con ello queremos solventar las carencias por las que preguntabas y focalizar la ayuda y los esfuerzos en acciones concretas.
- ¿En qué ámbitos (concienciación, ayuda directa, presión política, etc…) crees que hace falta reunir más fuerzas y/o compromisos?
Sin duda concienciación y la posterior presión política. Como te decía antes, es deber y responsabilidad de los gobiernos poner solución y no fronteras a este problema. Se están levantando muros para que familias enteras no anden por Europa, como si fueran terroristas o delincuentes por el hecho de huir de la muerte. Eso es ser asesino de guante blanco. La omisión también es asesinato. Si tú, como ciudadano, no prestas ayuda a alguien que lo necesita, eres culpable por omisión de auxilio. ¿No es eso lo que están haciendo a nivel gubernamental? Hay que presionar para que no sigan delinquiendo a sus anchas.
- ¿Cómo has vivido emocionalmente el proceso de tu voluntariado? ¿Ha supuesto un cambio en tu vida?, ¿lo volverías a hacer?
Lo he vivido intensamente y ha supuesto una revolución por lo mucho que he aprendido y las personas que he conocido. La cuestión es que he vuelto a hacerlo, sigo y ya estoy preparando mi próximo viaje. Al final esto se convierte en un estilo de vida; una vez que entras, ya no puedes salir.