- Está basado en una sustancia natural llamada silibinina y su ensayo preliminar ha sido un éxito en 18 pacientes. El 75% reaccionó positivamente y sin efectos secundarios
- Los autores del estudio insisten en que no cura el cáncer, pero sí aumenta la supervivencia
- La supervivencia media se situó en 15,5 meses mientras que en el grupo control se mantuvo en cuatro meses
- En el futuro, los científicos pretenden analizar si estos resultados se podrían usar en otro tipo de patologías que afecten al cerebro como el alzhéimer o párkinson
Investigadores españoles presentan el primer tratamiento contra las metástasis cerebrales. Está basado en una sustancia natural llamada silibinina y su ensayo preliminar ha sido un éxito en 18 pacientes: el 75% reaccionó positivamente y sin efectos secundarios. Los autores insisten en que no cura el cáncer, pero sí aumenta la supervivencia.
La metástasis cerebral es uno de los grandes retos de la oncología al ser considerada ‘intratable’ en la mayoría de los pacientes. Se estima que entre el 10% y el 40% de los tumores primarios genera metástasis en el cerebro, lo que empeora su pronóstico.
Ahora, un nuevo estudio publicado en Nature Medicine muestra cómo la administración en pacientes con este tipo de lesiones en el cerebro de silibinina,reduce las lesiones sin causar efectos indeseados.
Manuel Valiente, jefe del grupo de Metástasis Cerebral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha liderado este ensayo preliminar, que supone una prueba de concepto de que este compuesto podría ser una nueva alternativa para tratar la metástasis cerebral.
“No tenemos las mismas estrategias para atacar la metástasis que para abordar el tumor primario”, explica Valiente. “Con este terapia hemos demostrado que podemos tratar con éxito cualquier tipo de metástasis cerebral, independientemente del tumor inicial que la generó”, añade.
El trabajo del CNIO abre una nueva vía. En él los investigadores han analizado cómo una célula de cáncer de pulmón, mama o melanoma es capaz de crecer en uno de los órganos más diferentes respecto a su composición y función, como es el cerebro. La hipótesis es que estas células necesitan un mecanismo de adaptación para colonizar.
“Debe haber un proceso de adaptación de esa célula cancerígena para crecer en un ambiente que es tan diferente”, subraya Valiente. Mientras que en los estadios más iniciales de la metástasis el cerebro todavía no se ha modificado, en las fases más avanzadas se han alterado diferentes componentes, como los astrocitos, que son células del sistema nervioso central».
“De una manera sencilla, la célula cancerígena ‘engaña’ al astrocito para que favorezca su crecimiento”, afirma Valiente. “Hemos testado qué valor tendría cortar esa ‘ayuda extra’ que le proporcionan los astrocitos alterados y hemos visto que cuando ‘apagamos’ ese cambio, la célula cancerígena empieza a sufrir. De hecho hay una reducción de la metástasis”.
Tal y como muestra este trabajo, la activación del gen STAT3 –muy ligado al desarrollo del cáncer– ocurre de manera notable en estos astrocitos reactivos. Cuando se elimina el gen de esos astrocitos, la viabilidad de las metástasis en el cerebro se ve comprometida. A partir de ahí, el grupo de Valiente utilizó una nueva estrategia de cribado de fármacos desarrollada por ellos mismos y denominada METPlatform.
Esta herramienta analiza el comportamiento de cientos de compuestos de manera simultánea sobre las células metastáticas. Así los expertos vislumbraron la eficacia de la silibinina, cuya capacidad antitumoral había sido establecida previamente por Joaquim Bosch, del Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Girona y autor también de este estudio.
Resultados favorables, pero con cautela
Los expertos primero consiguieron resultados exitosos bloqueando el gen con silibinina en ratones y luego llevaron a cabo un pequeño estudio en 18 pacientes con carcinoma de pulmón y metástasis cerebrales en los que se autorizó el uso compasivo de este fármaco en combinación con el tratamiento estándar.
El 75% reaccionó positivamente a nivel de las metástasis cerebrales, tres de ellos (20%) mostraron una respuesta total y 10 (55%) una respuesta parcial. La supervivencia media se situó en 15,5 meses mientras que en el grupo control fue de cuatro meses.
En el futuro, los científicos pretenden analizar si estos resultados se podrían usar en otro tipo de patología que afecte al cerebro, ya que muchas de las enfermedades neurodegenerativas –como alzhéimer o párkinson– han descrito este tipo de astrocito.
Fuente: Sinc