- En el programa ‘Centros contra el dolor’ de la Consejería de Salud y Familias participan más de 570 centros de toda la comunidad autónoma.
(Sevilla).- Un total de 140 centros y unidades de la sanidad andaluza cuentan en la actualidad con el distintivo ‘Centros contra el dolor’ de la Consejería de Salud y Familias, un reconocimiento al trabajo de las entidades y profesionales que están comprometidos con la atención a pacientes con dolor.
El dolor es un problema muy frecuente en la población –una de cada 6 personas presenta dolor crónico- que repercute en la calidad de vida de las personas y supone un problema importante para los sistemas sanitarios. Pese a existir medios técnicos suficientes para minimizarlo o solucionarlo, a menudo es un problema infraevaluado e infratratado, de ahí la aparición de esta iniciativa, que pretende poner herramientas para minimizar o paliar en la medida de lo posible el dolor en los pacientes.
El programa ‘Centros contra el dolor’, distinguido como buena práctica del Sistema Nacional de Salud por parte del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en 2018, pretende fomentar la adopción de buenas prácticas en la atención del paciente con dolor, ofreciendo a los centros y unidades sanitarias unos criterios de calidad con los que guiar y mejorar su atención a estas personas. En este sentido, Andalucía es la primera comunidad autónoma que cuenta con un distintivo específico en este ámbito.
Para ello, el Plan Andaluz de atención a las personas con dolor y la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA) ofrecen a los centros y unidades 70 recomendaciones – elaboradas por un comité técnico asesor – que abordan diversos aspectos relativos a la información que se proporciona al paciente sobre el abordaje del dolor, la formación de los profesionales, la evaluación sistemática del dolor, el tratamiento del dolor en el proceso asistencial, el seguimiento del paciente, mejoras posibles, y estructura organizativa que mejor apoya la atención al dolor.
Las recomendaciones constituyen un patrón de referencia para la autoevaluación que los centros y unidades realizan para ser reconocidos como ‘Centros contra el dolor’. Gracias a esta autoevaluación, los profesionales pueden comprobar el nivel de implantación en su centro de una serie de buenas prácticas relacionadas con el abordaje del dolor, que posteriormente son evaluadas por el Observatorio para la Seguridad del Paciente.
Desde el inicio del programa, 140 centros y unidades clínicas de la sanidad andaluza, tanto de ámbito público como privado, han conseguido un total de 153 distintivos, en las diferentes modalidades del dolor: dolor crónico (73), dolor en urgencias y emergencias (35), dolor perioperatorio (32) y dolor asociado a procedimientos (13). Asimismo, de los 153 distintivos otorgados, 76 pertenecen al nivel de atención primaria, 69 de atención hospitalaria y 8 a los servicios provinciales de EPES.
En total, son 576 las organizaciones, centros y unidades asistenciales, que se han adherido a este programa y que actualmente se encuentran en alguna fase del proceso de evaluación, sumando un total de 874 proyectos abiertos en cualquiera de las modalidades. Entre estos proyectos, 59 fueron abiertos en el último año y 25 obtuvieron el distintivo en 2018.
Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor.- Esta iniciativa se desarrolla en el marco del Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor de la Consejería de Salud y Familias, una iniciativa puesta en marcha con el objetivo de ofrecer una respuesta integral a este problema.
A través de esta herramienta se trabaja de forma proactiva e integrada, articulando acciones de prevención y detección precoz así como de tratamiento sobre la base de la evidencia científica. También se aborda el dolor en el sistema sanitario público a través de la puesta en marcha de modelos organizativos que garanticen equidad en el acceso a los servicios, y mediante una apuesta por la formación y la investigación para avanzar en calidad asistencial y seguridad; por último, una pieza fundamental es el aumento de la participación de los pacientes en el manejo de su propia situación de dolor.
Esta estrategia presta especial atención a las poblaciones vulnerables, como son la población infantil, las personas mayores y las personas con deterioro cognitivo o físico. Hasta ahora, el desarrollo del Plan ha permitido que el 80% de los problemas de dolor sea abordado en Atención Primaria, con un fuerte protagonismo de la enfermería.