(Leganés, Madrid).- Personas con discapacidad de Fundación Esfera participan en el proyecto `Convivencia ́ acompañando a mayores de la Residencia El Encinar de Leganés. Se trata de una iniciativa que comenzó en el mes de septiembre, para compartir momentos con un grupo de personas mayores, realizando algunas de las actividades que más les motivan.
Mamen, Elena y Manolo son algunos de los participantes y explican: “Vamos varios viernes, y nos encanta poder ayudar, les echamos una mano, jugamos con ellos al parchís, al bingo… la experiencia es genial”. También aseguran que “hay muchas personas mayores que viven en residencias y algunas aseguran sentirse solas, por eso nos gusta estar con ellos, verlos alegres y que sonrían”.
Los profesionales de la Fundación explican que el proyecto ha surgido como un espacio de encuentro entre personas, para dar y recibir alegría: “Muchos mayores demandan tener a alguien con quien pasar un rato a la semana, compartir un paseo, una conversación o un momento de ocio. Los participantes consiguen que los mayores vuelvan a tener ilusión, autoestima y que se mantengan activos”.
El proyecto continúa en la línea de transformación de Fundación Esfera hacia el modelo de calidad de vida, en el que la persona con discapacidad es protagonista, toma sus propias decisiones y forma parte activa de la sociedad, participando en el entorno social. Esta iniciativa les permite implicarse voluntariamente con los demás.
Los participantes de ambas entidades aseguran que es una gran experiencia, y los mayores han sorprendido a los miembros de Esfera decidiendo donar a la Fundación lo recaudado en el mercadillo solidario que han celebrado la pasada Navidad. Se trata de productos que elaboraron ellos mismos en los talleres, y bajo su propia iniciativa han decidido entregarlo a proyectos inclusivos que mejoren la vida de las personas con discapacidad.
El próximo viernes volverán a juntarse para recibir la donación de sus “amigos mayores”. Los integrantes de Esfera explican que se enriquecen mutuamente, porque los ancianos se distraen y se sinceran con ellos; y a las personas con discapacidad les permite relacionarse y aprender de su experiencia. También aseguran que les gustaría implicarse más y ampliar su colaboración con nuevas actividades.