(Madrid).- Para apoyar a las personas en vulnerabilidad, que hoy están más expuestas a la pobreza y a la exclusión social debido a la pandemia, las seis entidades de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) han puesto en marcha varios proyectos e iniciativas que les ayuden a hacer frente al impacto de esta crisis sanitaria.
Su modelo de banca relacional facilita que la FMBBVA llegue a los segmentos más vulnerables de los cinco países en los que está presente: Colombia, Perú, Chile, República Dominicana y Panamá, y por eso, muchos gobiernos se han apoyado en estas entidades microfinancieras, líderes en el sector, para canalizar las ayudas públicas destinadas a las poblaciones más afectadas por el COVID-19.
En Colombia, Bancamía está distribuyendo el subsidio del programa ‘Ingreso Solidario’ a más de 135.000 colombianos que no tenían acceso al sistema financiero y por lo tanto, que no podían acceder a esta ayuda económica. Para ello, la entidad ha puesto en marcha una estrategia para que 1.100 de sus asesores puedan abrir cuentas bancarias en las oficinas y ‘puerta a puerta’ a través de una tablet y así ingresar este subsidio. Esta labor ha implicado localizar primero a los beneficiarios, ya que no estaban incluidos en el sistema hasta ahora.
De la misma forma, en República Dominicana, Banco Adopem ha hecho llegar a más de 3.100 emprendedores una ayuda del gobierno para trabajadores independientes que no han podido continuar con su actividad debido a las medidas tomadas por el ejecutivo.
Créditos para reactivar los pequeños negocios
Además de estas ayudas, las entidades de la Fundación están accediendo a fondos creados por los gobiernos para dar créditos con condiciones muy favorables y contribuir a la reactivación del tejido empresarial entre los emprendedores de bajos ingresos.
El caso más destacado es el de Financiera Confianza, la entidad en Perú, a la que le han sido adjudicados 147,5 millones de soles (más de 36 millones de euros) del Fondo de Apoyo Empresarial a las Micro y Pequeña Empresa (FAE MyPE) y 10 millones de soles (unos 2,5 millones de euros) del programa Reactiva Perú, ambos impulsados por el gobierno peruano. De esta forma, la entidad podrá atender a más de 17.000 emprendedores para que puedan poner en marcha de nuevo sus negocios.
Lo mismo sucede en Colombia y Chile, donde las entidades de la Fundación podrán acceder a este tipo de fondos públicos para reactivar las microempresas y por lo tanto, la economía.
En Chile, además, Fondo Esperanza (FE) lleva a cabo varios proyectos para ayudar a los más vulnerables ante esta situación. En el caso de ‘Chile Comparte’, impulsada junto a asociaciones locales, la entidad está llevando alimentos y otros productos básicos a los más afectados por la pandemia. Hasta la fecha, se han entregado más de 6.000 cestas que han beneficiado a unas 15.000 personas. A Juan Arenas, un emprendedor al que atiende la entidad, le sorprendió recibir una de estas cestas, que según reconoce, “llegó en el momento adecuado”. “Para mí esa ayuda fue lo más espectacular, porque ya la estábamos necesitando. Nos ayuda a sobrevivir”, asegura. FE también trata de crear redes de apoyo entre distintas instituciones para que las emprendedoras que han dejado de percibir ingresos puedan seguir adelante.
A estos esfuerzos de las entidades de la Fundación Microfinanzas BBVA, se suman las redes de apoyo a través de los canales digitales, que han permitido a sus casi 4.500 asesores seguir cerca de sus clientes, a pesar del distanciamiento social. Sin duda, la tecnología ha sido la gran aliada de muchos de los 2,2 millones de emprendedores a los que atiende la Fundación, ya que también les ha permitido continuar la venta de productos o servicios en redes sociales.
Uno de los aprendizajes de esta crisis es la enorme capacidad de adaptación de estas personas, que a pesar de estar más expuestas a sus consecuencias, afrontan esta “nueva realidad” con el firme convencimiento de que el esfuerzo y la perseverancia todo lo puede.