(Madrid).- La situación de las personas jóvenes que están o han estado bajo el Sistema de Protección a la Infancia, y de aquellas que no llegaron a estarlo pero que crecieron y se hicieron mayores de edad en contextos de grave riesgo de vulnerabilidad, constituyen un foco prioritario en la acción social de Cruz Roja. Nos referimos a jóvenes que han vivido situaciones que generan una extrema vulnerabilidad, como el desamparo y abandono familiar, sinhogarismo, violencia psicológica, abuso sexual o procesos migratorios sin referentes adultos
Hace más de dos décadas que Cruz Roja mantiene, con apoyo de las administraciones públicas, una red de servicios residenciales y de acción socioeducativa dirigidos a este sector de población para ayudarles a definir y consolidar un proceso de autonomía personal y de vida emancipada, siendo conscientes de las grandes vulnerabilidades a las que se ven sometidos, ya que tienen que acelerar un proceso de vida independiente once años antes que cualquier otra persona joven que no haya estado expuesta de forma precoz a situaciones de desamparo y/o a la institucionalización. Dentro de este grupo, la situación de los jóvenes cercanos a la mayoría de edad que realizaron procesos migratorios sin referentes adultos reviste especial riesgo.
Más de 3.600 jóvenes en procesos de extutela y/o en riesgo social recibieron apoyo de Cruz Roja en 2019 desde el proyecto ‘Acompañamiento socioeducativo a la inserción de jóvenes extutelados y/o en riesgo social’ en 25 provincias. El 29% de los jóvenes atendidos han estado en el Sistema de Protección a la Infancia.
Un 10% de jóvenes en extutela se ve obligado a vivir en la calle
Con el fin de desarrollar propuestas de mejora para la inserción de estos jóvenes e identificar retos de futuro, así como para ofrecer información de valor a decisores políticos y actores implicados en esta materia, Cruz Roja ha elaborado un Boletín sobre la Vulnerabilidad Social, ‘Jóvenes extutelados y/o en riesgo social’ que ha presentado hoy en rueda de prensa.
Este boletín pretende dar a conocer las situaciones, problemas, perspectivas, necesidades y retos que vive la población atendida en el proyecto de ‘Acompañamiento socioeducativo a la inserción social y laboral de jóvenes en procesos de extutela y/o en riesgo social’, analizando las tendencias y los puntos de inflexión.
Entre los problemas que evidencia este informe está el hecho de que los jóvenes extutelados y/o en riesgo social son sector de la población muy vulnerable que afronta numerosas dificultades y barreras, al tener que emanciparse al cumplir los 18 años, 11 años antes que la media en España (29 años).
De este Informe de Cruz Roja se desprenden datos preocupantes:
- El 83,9% se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión,
- El 81,5% está en paro
- El 84% no recibe ninguna prestación o subsidio
- El 10% se ve obligado a vivir en la calle o en situación de alta precariedad.
Desde el punto de vista de la formación y estudios, la situación no es mejor.
- El 56% no ha terminado de estudiar por carencia de medios, migración o desmotivación.
- El 55% tiene un nivel de digitalización bajo o nulo, apenas el 30% utiliza internet para buscar empleo.
- El 57% de los extranjeros no tiene estudios homologados.
- El 89% carece de carnet de conducir.
Respecto a su salud y su situación emocional, podemos destacar que
- El 7% sufre enfermedades graves o discapacidad
- Un 10,3% no tiene tarjeta sanitaria
- El 70% no puede contar nunca o casi nunca con alguien para una ayuda económica importante
- El 64% no tiene amigos que le visitan
- El 55% no puede contar con alguien que le exprese afecto
- El 30% ha perdido confianza en sí mismo.
Por otra parte, frente a los estigmas y bulos que afectan a estos jóvenes, hay que señalar que sólo un 10% ha tenido problemas con la justicia antes de los 18 años (el 20% españoles frente al 5% de extranjeros).
Y, además, la COVID-19
La crisis de la COVID-19 ha afectado de forma sustancial a la inserción social y laboral de estos jóvenes y ha agravado su vulnerabilidad y su riesgo de pobreza y exclusión social.
La pérdida del empleo, la falta de protección social, las dificultades para el acceso a la vivienda o los problemas derivados de su situación administrativa se han visto incrementados también por la irrupción de la pandemia.
Por estas razones, Cruz Roja ha seguido apoyándoles a través del Plan Cruz Roja RESPONDE frente a la COVID-19 con la cobertura de sus necesidades básicas de alimentación, vestuario, medicación o kits higiénicos, además de la entrega de dispositivos electrónicos y tarjetas SIM para el acceso a internet, y de prestaciones económicas puntuales (para el pago de alquileres, suministros, etc.), entre otras medidas.
Por último, es importante apuntar que el Estado carece de mecanismos universales de apoyo a estos jóvenes una vez cumplida la mayoría de edad. Un ejemplo de ello es que no pueden ser beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV) las personas menores de 23 años, quienes carecen de una vivienda (la prestación se vincula a un domicilio), o quienes se encuentran en situación irregular.