(Madrid).- Un total de 70 jóvenes de 14 entidades sociales de varios puntos de España se benefician este año del programa de ayudas para fomentar el empleo entre la juventud con discapacidad psicosocial (la derivada de problemas de salud mental), impulsado por Fundación ONCE con el apoyo del Fondo Social Europeo (FSE) para mejorar la inserción social y laboral de este colectivo.
Según los últimos datos disponibles, en 2018 la tasa de actividad de las personas jóvenes con discapacidad de entre 16 y 24 años fue del 23,9%, frente al 36,9% de las personas de la misma franja de edad sin discapacidad.
Además, dentro del colectivo de la discapacidad, que tiene una tasa de actividad del 34,5%, este valor es menor para las personas con discapacidad psicosocial, cuya tasa de actividad es del 29,1% y su tasa de empleo del 17,6%. Estos valores contrastan con los obtenidos para el colectivo de personas sin discapacidad, con una tasa de actividad del 77,6% y de empleo del 65,9%.
A la luz de estos datos surge la necesidad de prestar un mayor apoyo en el desarrollo profesional a las personas jóvenes con discapacidad psicosocial y, con ello, este programa de ayudas.
Desde esta perspectiva, la iniciativa va dirigida a jóvenes con una discapacidad psicosocial reconocida igual o superior al 33% (pueden tener además otro tipo de discapacidad), que estén en desempleo o situación de inactividad y tengan la consideración de beneficiarios del Sistema Nacional de Garantía Juvenil el día natural anterior al inicio de su participación en la formación.
En esta convocatoria, el programa dota de un total de 350.000 euros a las 14 entidades de las nueve CC.AA. seleccionadas y, como la anterior, se desarrolla en el marco del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), cofinanciado por el Fondo Social Europeo. Pretende mejorar las competencias para el acceso a la formación y el empleo de los jóvenes con discapacidad psicosocial, mediante programas de atención individualizada.
De esta forma, los proyectos beneficiarios de las ayudas están enfocados a favorecer la inclusión laboral de las personas jóvenes con este tipo de discapacidad a través del reconocimiento y valoración de las actitudes, conocimientos, habilidades, expectativas y necesidades de los participantes de forma individualizada (evaluación inicial).
Entre otros objetivos figuran el dotar a los beneficiarios de los conocimientos, destrezas y habilidades de empleabilidad necesarios para acceder y manejarse adecuadamente en el mundo formativo y laboral ordinario o protegido.
Dichos proyectos promueven una intervención transversal sobre los beneficiarios y cuentan con un equipo de profesionales multidisciplinar capaz de fomentar la formación, el acceso al empleo y la inclusión social de los beneficiarios.
Cada uno de los proyectos seleccionados tiene una duración mínima de 320 horas por cada participante y cuenta con una fase de intervención grupal y otra individual. Su ejecución habrá de finalizar antes del día 31 de marzo de 2021.