Fundación ONCE presentó este miércoles una guía para ayudar a los notarios a hacer más accesibles sus servicios y oficinas y lograr así que sus espacios y servicios sean más cercanos y amigables, tanto para el público con discapacidad que los utiliza como para las personas que trabajan en ellos y tienen también alguna discapacidad. Así, el texto recomienda, por ejemplo, que dispongan de documentos en macro caracteres, braille y en lectura fácil.
Titulado ‘¿Cómo gestionar la accesibilidad? Despachos notariales’, el documento cuenta con la colaboración de Fundación Aequitas y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), que entienden que las notarías prestan servicios importantes y necesarios para la población y que, además, todos los ciudadanos son susceptibles de precisar, en un momento u otro de su vida, mejoras de accesibilidad para llegar hasta ellos.
La guía se presentó este miércoles en un acto que contó con la participación de José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado (CGN), y Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE. Los dos coincidieron en señalar la importancia de que servicios tan necesarios para la ciudadanía como los prestados por los notarios sean más accesibles y cercanos para todos. Al evento asistió también José Luis Borau, jefe del Departamento de Accesibilidad al Medio Físico de Fundación ONCE.
A este respecto, el documento señala que ‘la accesibilidad es imprescindible para el 10% de la población, necesaria para el 40% y cómoda para el 100%. Se trata, por tanto, de que todas las personas puedan acceder, transitar, utilizar e informarse adecuadamente, en las máximas condiciones de seguridad y autonomía, en las notarías”.
Y para conseguirlo, el documento pretende arrojar luz sobre cuáles deberían ser las adaptaciones y los ajustes básicos requeridos tanto en los espacios notariales como en los servicios que se prestan desde ellos al público para garantizar la posibilidad de su uso a todas las personas, “teniendo en cuenta su doble condición de centros de trabajo y de centros de prestación-recepción de un amplio abanico de servicios jurídicos”.
En concreto, habla de implementar medidas de accesibilidad a las notarías y en los procesos de información y comunicación que se ofrece desde ellas. De esta forma, señala que espacios tales como el acceso a la notaría, aseos o ascensores deben cumplir criterios de diseño en materia de accesibilidad universal.
En cuanto a la mejora de la accesibilidad en la comunicación de los servicios notariales, la guía aconseja disponer de documentos con caracteres ampliados, en braille y en lectura fácil para mejorar su acceso y comprensión por parte de clientes con discapacidad visual y discapacidad intelectual. Igualmente, recomienda el uso de videointerpretación para personas sordas.
Finalmente, ofrece un apartado en el que describe ejemplos de buenas y malas prácticas en la gestión de la accesibilidad de lugares como mostradores, salas de espera, pasillos o aseos y un último epígrafe dedicado a normativa.