Según los últimos datos proporcionados por Eurostat, los países de la Unión Europea generaron casi 230 millones de toneladas de residuos municipales en 2023, un volumen equivalente a llenar 13.500 estadios Santiago Bernabéu con residuos.
El Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo, tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre el tratamiento adecuado que se le ha de dar a la ingente cantidad de residuos que producimos, y así ayudar a frenar el cambio climático y proteger el medioambiente y la salud global.
La separación en los hogares es un gesto imprescindible para el proceso de reciclado, y son los ciudadanos quienes dan comienzo al ciclo. Un comienzo que puede verse comprometido por las dudas que pueden suscitarse en materia de reciclaje. Entre ellas, se encuentra la duda sobre el destino final de los residuos, que de acuerdo al último sondeo a ciudadanos elaborado para SIGRE, desanima hasta a un 81% de la población española a la hora de reciclar.
Es por este motivo que SIGRE, la entidad sin ánimo de lucro encargada de garantizar la correcta gestión medioambiental de los medicamentos caducados o no utilizados y sus envases que se generan en los domicilios, realiza campañas y programas de sensibilización para promover un uso adecuado de los medicamentos y la correcta eliminación de sus residuos a través del Punto SIGRE de las farmacias.
Precisamente este Punto cuenta con un código QR que redirige a una landing donde el ciudadano puede obtener información sobre el tratamiento que reciben los residuos de medicamentos. De esta manera, con un simple escaneo, el ciudadano puede conocer cómo, a través de la logística inversa, la distribución farmacéutica aprovecha el reparto de nuevos medicamentos a las farmacias para recoger los residuos depositados en el Punto SIGRE y los almacena en sus instalaciones. Desde ahí, gestores autorizados los llevan hasta la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos.
En esta Planta, la aplicación de la inteligencia artificial y la robótica en la separación y clasificación de los residuos permiten ya reciclar casi el 70 por ciento de los envases. Un elevado porcentaje al que contribuye también el esfuerzo que la industria farmacéutica lleva a cabo en materia de ecodiseño. En las dos décadas de funcionamiento de SIGRE, las compañías farmacéuticas han aplicado más de 3.500 iniciativas en este ámbito favoreciendo, entre otras mejoras ambientales, que los envases sean más fácilmente reciclables.
Aquellos restos de envases que no pueden reciclarse y los restos de medicamentos se aprovechan como fuente de energía, de manera que se evita el consumo de combustibles fósiles.
Todos los restos de fármacos son destruidos para cumplir la normativa vigente sobre donaciones de medicamentos, que prohíbe el uso de estos residuos para pacientes de cualquier país.
“Resulta fundamental fomentar la cultura del reciclaje entre la ciudadanía”, asegura Miguel Vega, director general de SIGRE. Según Vega, “Gracias al esfuerzo común de todo el sector farmacéutico, disponemos de un sistema cómodo y cercano a nuestras casas, que cuenta con todas las garantías sanitarias y medioambientales para el correcto tratamiento medioambiental de los residuos de medicamentos”.