(Madrid).- Cerca del 90% de los médicos de Atención Primaria (AP) atiende pacientes con dolor crónico no oncológico (DCNO) y el 87% consideran que su abordaje temprano es determinante para prevenir su cronificación. Así lo determina el informe EARLY, realizado por Grünenthal, sobre la importancia de un diagnóstico y tratamiento temprano para evitar la cronificación del dolor, que ha contado con la participación de 334 profesionales de AP, y ofrece una visión amplia y detallada del tratamiento de esta patología, así como los retos y barreras a los que se enfrentan los profesionales en la práctica clínica. Dicho estudio fue presentado en el taller “Importancia de un tratamiento en el dolor crónico”, en el marco del 41º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
En el tratamiento del dolor es el médico de familia quien, debido a la proximidad y carácter generalista del mismo, realiza la primera consulta a la hora de detectar aquellas enfermedades que causan dolor. “Todos los médicos entienden que el dolor es un componente importante en la calidad de vida de los pacientes y la prioridad de tratarlo en las primeras fases para evitar que se complique”, ha expresado el doctor Luis García-Giralda Ruiz, médico de familia en el centro de salud Murcia Centro – San Juan de Murcia, y coordinador del estudio Early, junto con el doctor Alejandro Ortega, anestesiólogo de la Unidad de Dolor del Hospital Monográfico ASEPEYO en Coslada.
“Desde el momento que un paciente tiene dolor crónico le cambia radicalmente la vida, ya que pasa de ser un síntoma a una experiencia vital, tanto física como social. Por eso es tan importante empezar a trabajarlo desde el principio, reduciendo al máximo su percepción sin efectos secundarios”.
Para lograr el objetivo terapéutico, el tratamiento farmacológico desempeña un papel primordial. Para ello, el doctor García-Giralda ha aclarado que el dolor crónico (DC) no se puede tratar con fármacos simples y habituales porque no son efectivos y conducen a alargar el proceso, sino que son necesarios los fármacos de segundo y tercer nivel si se quiere atajar directamente el mecanismo de acción por el cual se produce el dolor.
No abordarlo de forma temprana supone la aparición de la sensibilización central (SC), de ahí que el 25% de los pacientes con DCNO presente signos de este fenómeno que hace referencia a cómo el organismo responde a nivel neuronal ante el dolor crónico. Aun así, el 53% de los participantes indicó que no consideraba el SC en su práctica clínica.
Barreras y retos del tratamiento temprano
El estudio EARLY describe las principales limitaciones a las que se enfrentan los profesionales sanitarios para el manejo del dolor, entre las que se encuentran la falta de tiempo, de recursos y de formación. “La necesidad de mayor tiempo en consulta es esencial para tratar cualquier patología crónica, y así poder entender la situación de cada paciente”, ha manifestado el coordinador del informe.
A la hora de realizar un abordaje integral, además de los aspectos farmacológicos, se tienen en cuenta las circunstancias sociales, familiares y laborales. Es por eso que, a partir de estos datos, el 90% de los participantes coincidió en adaptar el tratamiento a cada caso particular.
A pesar de ello, solo entre el 26 y 50% de los pacientes llega a controlar de forma eficaz el DC con los medios actuales. Esto es debido, en parte, a la ausencia de guías clínicas que permitan realizar el seguimiento adecuado, ya que solo el 18% de los encuestados dispone de protocolos. Por este motivo, hasta el 55% de los pacientes acaba siendo derivado, lo que obstaculiza su seguimiento. “No todos los médicos tienen acceso fácil y rápido a una Unidad del Dolor (UD) para poder manejar a aquellos pacientes más complicados. Además, aunque consigan acceder a una UD, el paciente sigue estando con su médico de familia”, ha destacado el Dr. García-Giralda.