(Madrid).- Fundación ONCE ha presentado en Madrid en el marco de South Summit 2021 la ‘Radiografía del emprendimiento y la discapacidad en España’, un estudio elaborado junto con PwC que analiza la situación del emprendimiento y la innovación social en el ámbito de la discapacidad en España.
El informe se dio a conocer en una mesa redonda moderada por Jesús Hernández, director de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación ONCE, que contó con la presencia de Salvador Estevan, director general de Digitalización e Inteligencia Artificial; Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE; María Benjumea, CEO de South Summit, y Alberto Tornero, socio de PwC del Área de Empresas de Alto Potencial/Scaleup, encargado de presentar las principales claves del informe.
En su intervención, los impulsores del estudio destacaron el papel de la discapacidad como motor de emprendimiento y recalcaron que este tipo de emprendimiento social basado en el ámbito de la discapacidad “genera riqueza, innovación y crecimiento”.
“La discapacidad es un motor de emprendimiento porque por cada persona con discapacidad hay cuatro personas que están pensando qué pueden hacer para ayudar y facilitar la vida de la persona que tienen enfrente”, recalcó Tornero, quien explicó que son muchos los proyectos que en su origen no están pensados para personas con discapacidad y que más adelante amplían su espectro y permiten que otras personas puedan acceder a sus soluciones.
En este sentido, el director general de Digitalización e Inteligencia Artificial, Salvador Estevan, puso de relieve “la inestimable labor” de entidades como Fundación ONCE, que trabajan para lograr que el reto de una sociedad más digitalizada y conectada no excluya a nadie.
Según dijo la tecnología es “un elemento de cohesión” destinado a trabajar por la integración y el reconocimiento de la diversidad. “Desde el Gobierno de España tenemos claro que el estado del bienestar del siglo XXI se construye en clave digital. Tenemos la oportunidad de avanzar hacia un progreso digital para la mayoría y con la tecnología como dique de contención de la exclusión y la desigualdad social”.
Por su parte, Alberto Durán señaló que, si el empleo cambia la vida de cualquier persona, lo hace aún más con quienes tienen discapacidad. Sin embargo, apuntó, solo el 6% del mercado laboral está ocupado por empleados con discapacidad. Desde esta perspectiva, apostó por formar a más personas con discapacidad, ya que, según dijo, sus posibilidades de acceso al empleo se duplican cuando pasan de etapa formativa.
En línea con esta necesidad, añadió, Fundación ONCE cuenta con programas que ofrecen más de un millar de becas al año para que estudiantes con discapacidad accedan a formación superior y con otro tipo de iniciativas que garantizan formación digital a más de 4.000 personas con discapacidad.
En su opinión, lo más importante son siempre las personas, por lo que el emprendimiento debe tener claro que ha de centrarse en ellas. “Cuidemos a las personas y por tanto también a las que tienen discapacidad o son mayores. Pensemos en conformar una sociedad en la que quepamos todos y esto tiene que ser parte del emprendimiento. No va a existir sostenibilidad sin inclusión social”, concluyó.
Por último, los impulsores de la ‘Radiografía del emprendimiento y la discapacidad en España’ hicieron un llamamiento a instituciones, inversores, grandes corporaciones y administraciones públicas para que pongan foco en un tipo de emprendimiento “que genera riqueza, innovación y crecimiento”.
RADIOGRAFÍA
El documento aborda el emprendimiento y la innovación social como fórmulas para la creación de valor social en el ámbito de la discapacidad. Cuenta con el apoyo del Fondo Social Europeo y analiza el ecosistema de apoyo al emprendimiento y las principales iniciativas relacionadas con la discapacidad.
Es una publicación de carácter bienal que en esta segunda edición actualiza el sector del emprendimiento social en el ámbito de la discapacidad recogiendo, además, las implicaciones derivadas de la crisis del COVID-19. En este sentido analiza el nuevo contexto actual que se impone tras la pandemia y reflexiona sobre el papel del sector del emprendimiento y la innovación social en el ámbito de la discapacidad como potencial receptor de los fondos europeos para la reconstrucción y su encaje con los ODS y la Agenda 2030.
La radiografía repasa las principales propuestas de apoyo que los agentes ponen a disposición de los emprendedores sociales y muestra iniciativas emprendedoras, innovadoras y exitosas que están logrando o tienen voluntad de lograr un impacto positivo en el colectivo de personas con discapacidad.
“Se trata de ilustrar de qué forma el emprendimiento y la innovación social actúan como instrumentos para la mejora de la accesibilidad, de la inserción laboral, del grado de inclusión social y, en definitiva, de la calidad de vida de las personas con discapacidad”, recogen sus impulsores.
El documento señala los principales retos del emprendimiento y la innovación social en discapacidad que pasan por tratar de abrir y ampliar el mercado potencial, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones las necesidades a las que los emprendedores tratan de dar respuesta trascienden a las de las personas con discapacidad.
En este sentido, asegura que incorporar las necesidades de otros colectivos próximos y cada vez más numerosos como es el caso de las personas mayores, las personas con enfermedades crónicas, las personas en situación de dependencia o las personas con una discapacidad temporal o sobrevenida, así como el círculo familiar y social de estas personas, puede ayudar a romper con la limitación del tamaño del mercado, atraer a nuevos emprendedores y multiplicar las oportunidades del emprendimiento y la innovación vinculados a la discapacidad.
Otro reto del sector que recoge el estudio es la necesaria alianza con la tecnología. En este sentido, destaca la importancia de que los emprendedores sociales cuenten con un buen acceso a la tecnología y a las nuevas herramientas digitales.
Igualmente apuesta por potenciar la formación, seguir incidiendo en el apoyo financiero, especialmente en las fases más iniciales o tempranas de desarrollo, y fomentar la interrelación de los emprendedores sociales.
Por último, aboga por la colaboración de todas las instituciones y agentes para identificar y visibilizar necesidades y soluciones y por desarrollar y avanzar en la medición de impacto social. “Es importante que los emprendedores sean capaces de cuantificar, medir y comunicar adecuadamente el impacto de sus actividades, ya que esto favorecerá sus opciones de acceso a recursos, apoyo y financiación”.