El asesinato de Federico García Lorca, ocurrido en los primeros días de la guerra civil española, y la búsqueda de la fosa donde pueda estar enterrado continúan planteando hoy día numerosas incógnitas sin resolver, y siguen atrayendo la atención de investigadores, especialistas y admiradores de su obra. En 1955, un escritor norteamericano llegó a Granada para intentar esclarecer este crimen de resonancia internacional que el régimen de Franco había intentado ocultar bajo un muro de silencio.
La araña del olvido está basada en la peripecia real de este hombre, Agustín Penón, y nos acerca a un personaje que, durante una estancia de casi dos años en Granada, puso en quiebra su salud y su fortuna para intentar resolver un misterio sobre el que, a pesar de sus grandes hallazgos, optó finalmente por no publicar una sola palabra. ¿Quién era realmente este hombre que calló voluntariamente todo lo que había descubierto? Ésta es la historia de una persona que, en la España de Franco, se atrevió a investigar el misterio del asesinato de Federico García Lorca para acabar convertido él mismo en otro misterio…
Según el historiador Juan Mata, “gracias a la sagaz mirada de Agustín Penón y al talento de Enrique Bonet el lector puede percibir los latidos, las costumbres, los lugares y los sonidos de una época, puede conocer las bravuconerías de unos y las desconfianzas de otros, los recuerdos y las omisiones, las mentiras más mostrencas y las lealtades más incorruptibles”.
“Y ahí reside –añade Mata– el gran mérito de La araña del olvido, en lo que tiene de testimonio de un tiempo y de una ciudad, además de narración de un suceso.
La historieta cumple en estos casos una encomiable labor de divulgación de la historia, sirve de puente entre el pasado y los lectores del presente, permite constatar una vez más cómo el arte de la ficción puede ser una excepcional fuente de conocimiento”.