Uno de los aspectos que forman parte de la atención inmediata en los campos de refugiados es la asignación de un refugio para que las familias que han huido de sus hogares por culpa de la guerra encuentren allí descanso y protección.
Los tipos de refugios que se ofrecen a las personas que llegan en busca de lugar más seguro, dependen del tiempo que los desplazados vayan a estar en el refugio y de diferentes factores medioambientales y antropológicos. No debemos olvidar que, aunque los campos de refugiados están pensados para alojar de manera temporal a los refugiados, muchas veces estas estancias se alargan durante años. Los campos se convierten en pequeños núcleos de población.
En los campos de refugiados , como por ejemplo el de Za’atari (Jordania) o el de Arbat (Irak), los refugios siempre están disponibles para alojar a las personas y familias de refugiados que hasta allí llegan.
Sin embargo, la realidad varía en función del contexto. En algunas ocasiones, son los propios refugiados los encargados de diseñar y construir sus viviendas, unas veces con los materiales que el personal de atención les proporciona y otras con los que encuentran en su entorno.
Junto a la atención médica, la alimentación y la educación de los niños, la asignación de refugio es una de las prioridades de ACNUR en el momento de la llegada de los refugiados a los campos destinados para tal fin.
Las condiciones medioambientales del lugar en el que se ubica cada campo, la estancia de los refugiados y otras condiciones antropológicas, determinan las características del refugio que se le asigna a cada familia.
Lo importante es cubrir la necesidad de refugio en un espacio que brinde seguridad, calidez y comodidad a sus habitantes, y donde puedan retomar poco a poco sus vidas hasta cuando sea posible su retorno.
Dos ejemplos concretos ilustran el papel de ACNUR en este sentido. El primero de ellos lo encontramos en el campo de refugiados de Kobe, en Etiopía, donde este organismo ha construido unos 7.200 alojamientos transitorios de bambú para acoger a 100.000 somalíes que desde 2011 han huido de su país por culpa de la violencia y de las sequías.
Antes de ello, las condiciones en este campamento eran deficientes y las familias solo disponían de tiendas de campaña.
El tipo de casas construidas por ACNUR responde a un modelo habitacional en el que se tuvieron en cuenta factores como la disponibilidad local de materiales, patrones climáticos y meteorológicos, antecedentes sociales y culturales de los refugiados y, por supuesto, las oportunidades de subsistencia de los refugios.
El segundo ejemplo lo apreciamos en Bosnia y Herzegovina. Dos décadas después de finalizar la guerra, se ha puesto en marcha un programa regional, respaldado por ACNUR, para reconstruir las viviendas de este país.
El objetivo es construir hogares para más de 5.ooo familias de refugiados, repatriados y desplazados internos. Para ello, se ha puesto en marcha la primera fase del programa, que tiene como fin levantar 170 viviendas.
¿Cuáles son los tipos de refugio del proyecto de ACNUR e Ikea?
Sin embargo, uno de los proyectos más visibles en este sentido ha sido el que ACNUR lleva a cabo con el apoyo de la entidad sueca Better Shelter, y en el que la Fundación IKEA participa como partner. Gracias a esta colaboración se han entregado cerca de 2.400 viviendas a familias refugiadas desde el año 2014.
Los tipos de refugios que se ofrecen responden al modelo “Better Shelter”, una solución habitacional que solo requiere de cuatro horas de montaje (por unidad) y que tiene la solidez y la resistencia suficientes como para durar tres años. Tanto es así, que sus creadores acaban de ganar una mención en el Beazley Design Awards, premios que reconocen los diseños más innovadores en categorías como Arquitectura, Digital, Moda y Transporte.
Se trata de una estructura de acero con paneles de polímero ligero y que cuenta a la vez con tuberías y cables aislados. La vivienda tiene un panel solar en la parte superior con la que se alimentan una lámpara interna y una toma USB.
Hasta la fecha, ACNUR ha instalado este tipo de viviendas en los campamentos que se encuentran ubicados en Grecia, Irak, Serbia, Chad y Djibuti. Dada la flexibilidad de su estructura, en algunos de ellos se usan como centros sanitarios o puntos de atención.
Otros proyectos de ACNUR e Ikea para la ayuda de refugiados
Sin embargo, la Fundación Ikea no solo colabora como partner en este proyecto. Esta fundación también participa en otros proyectos relacionados con los campos de refugiados.
Ikea, principal socio privado de ACNUR desde el año 2010, acompaña la asignación de viviendas con programas de dotación de recursos básicos para las familias, tales como colchones, colchas, mantas y otros artículos útiles, sobre todo durante el invierno.
Por ejemplo, los refugiados del campamento de Arbat, en Irak, recibieron en 2015 una ayuda de 150.000 colchones y ropa de cama, cuyos principales beneficiarios fueron las cerca de 3.000 personas que llegaron huyendo de la guerra de Siria.
Otro gesto significativo ha sido la campaña “El poder de la luz”, a través de la cual Ikea ha recaudado fondos para dotar de energía solar las viviendas de los campamentos de refugiados, principalmente en Jordania, Bangladés, Etiopía y Chad.
El hecho de que la energía que se proporciona a través de este proyecto sea de tipo solar no solo es un factor benéfico para el cuidado y la preservación del medioambiente, sino también para los propios refugiados, quienes renuncian a prácticas peligrosas como salir fuera para recoger leña para hacer hogueras.
En algunos casos, este proyecto se ha extendido a la entrega de cocinas solares portátiles para facilitar las tareas diarias de muchas familias de refugiados que carecen de servicios básicos en las viviendas que les han asignado.
La Fundación Ikea también realiza donaciones generales para impulsar acciones que promueven la autosuficiencia y la búsqueda de alternativas financieras entre los refugiados. El objetivo es que elaboren sus propios proyectos de emprendimiento y que amplíen sus opciones de supervivencia.