- Este texto de Ernesto Caballero, dirigido por Gerardo Vera, revela a una Juana rebelde e indómita, alejada de la figura de “loca enamorada” convencional
- Este “oratorio dramático” podrá verse de nuevo en la Sala Juan de la Cruz del 11 de octubre al 12 de noviembre
El próximo 11 de octubre regresa a La Abadía Reina Juana, aclamado e intenso monólogo interpretado por Concha Velasco, galardonada por segunda vez con el Premio Nacional de Teatro precisamente por este trabajo. El montaje, una producción de Siempre Teatro y Grupo Marquina visto ya por más de 100.000 espectadores en los mejores escenarios del país, cuenta con la firma de Ernesto Caballero y la dirección de Gerardo Vera.
La Reina Juana, monarca más conocida como Juana ‘la loca’, se pasó casi cinco décadas recluida en Tordesillas, alejada por su entorno más cercano de aquello que más quería: sus hijos. Personaje muy cercano para la memoria colectiva y ampliamente revisitado por la ficción como esa loca de amor que todos conocemos, se presenta en esta ocasión en formato de oratorio dramático, como ejercicio de enorme rigor pero también de indiscutible lucimiento para la actriz.
El argumento arranca con la confesión de Juana I de Castilla ante el padre Francisco de Borja la noche anterior a su muerte. A partir de ahí la monarca va desgranando en sucesivos flashbacks los momentos más importantes de su vida, mientras en su divagar invita al espectador a recorrer una buena parte de la Historia de España. En este impetuoso monólogo la reina alza la voz con lucidez contra todos aquellos que la llevaron al destierro convirtiéndola en una sombra: primero su marido Felipe «el Hermoso», después su padre, Fernando «el Católico», que la recluye en Tordesillas, y, finalmente su hijo Carlos V, que la ignora. Todos ellos la hicieron pasar por enajenada para poder incapacitarla en sus funciones y dar rienda suelta a sus ambiciones.
Apasionada y rebelde, de temperamento indómito y transgresor, Juana de Castilla ha sido retratada reiteradamente con el adjetivo de ‘loca’, dejando de lado aristas de la compleja personalidad de la hija de los Reyes Católicos. Ernesto Caballero, autor de la obra, ha decidido dar un paso más allá para mostrar y entender a una mujer obstinada en contravenir las pautas de comportamiento convencionales. “Mi principal propósito como dramaturgo ha sido crear un personaje poliédrico, sensible y perspicaz decidido a
sobrevivir al infortunio haciéndose fuerte en los infranqueables dominios de la irrealidad
y la imaginación”.
Para Gerardo Vera el texto de Caballero hace justicia al personaje: “Plantea desde
reflexiones de una gran contemporaneidad todas las grandes preguntas de una época
marcada por la intolerancia religiosa, la corrupción política y la ambición desmesurada de
una monarquía absolutista cuyos ecos, por desgracia, aún resuenan en nuestros días”, y
reconoce la enorme e inigualable aportación de Concha Velasco al proyecto: “Es ella con
su talento, su humanidad, su complicidad con el mejor teatro, su inteligencia y su total
entrega desde el primer día, la luz que ilumina las partes más oscuras y dolorosas de un
personaje que parece hecho a su medida”.
Reina Juana reúne por vez primera a dos hombres de teatro que siempre han estado
cerca de La Abadía: escrita por Ernesto Caballero, que aquí presentó Brecht cumple 100
años, Santiago de Cuba y cierra España y La tortuga de Darwin, y dirigida por Gerardo
Vera, quien durante muchos años fue Patrono y que dirigió el primer Shakespeare de
esta casa, La noche XII.
Concha Velasco, a su vez, debuta bajo la cúpula de La Abadía con este espectáculo que
lleva ya año y media de gira y que constituye la primera ocasión en su amplia trayectoria
en la que se enfrenta a un monólogo.