La organización terrorista ETA ha hecho pública su última declaración, la que ha confirmado el «final de su trayectoria» y su «disolución» definitiva, una vez «desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras».
El comunicado más esperado pone fin a una trayectoria de seis décadas de violencia terrorista en el País Vasco que ha dejado un saldo de más de 850 personas asesinadas y miles de heridos, además de otras muchas otras víctimas entre amenazados y exiliados por culpa de la intimidación terrorista.
El mensaje ha sido grabado por Josu Urrutikoetxea, más conocido como “Josu Ternera”, el histórico dirigente de ETA que llevaba huido desde noviembre de 2002 y que participó en los procesos de negociación con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para tratar de alcanzar la paz.
El contenido de esta declaración ha sido confirmado y verificado por el Centro Henry Dunant, una prestigiosa fundación de Ginebra (Suiza), que trabaja en procesos de resolución de conflictos.
El director ejecutivo del Centro Henri Dunant para el Diálogo Humanitario, David Harland, ha certificado solemnemente que «ETA ha dejado de existir», una información contenida en el comunicado que la organización había hecho llegar a la fundación y que había sido trasladada por ésta a los gobiernos español y francés.
En el documento, la organización terrorista informa de que su militancia ha «ratificado» la propuesta de «dar por concluido su ciclo histórico y función» y de poner fin a su trayectoria, una decisión que, según se ha dado a conocer en Ginebra, ha sido apoyada por el 93 % de los militantes de ETA que han participado en la votación, la mitad de los casi 3.000 que han intervenido de una forma u otra en el proceso.
La organización terrorista, que no cita a las víctimas en su documento, detalla tres «consecuencias» concretas de la decisión de disolverse:
En primer lugar, asegura que «ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras».
Sostiene también que «da por concluida toda su actividad política», lo que significa que «no será más un agente que manifieste posiciones políticas, promueva iniciativas o interpele a otros actores».
Por último, manifiesta que sus integrantes, a los que denomina ya «exmilitantes» continuarán «con la lucha por una Euskal Herria reunificada, independiente, socialista, euskaldun y no patriarcal», aunque lo harán en «otros ámbitos», cada cual «donde lo considere más oportuno».
El texto señala además que “ETA no tiene miedo alguno al escenario democrático, y por eso ha tomado esta decisión histórica, para que el proceso en favor de la libertad y la paz continúe por otro camino. Es la secuencia lógica tras la decisión adoptada en 2011 de abandonar definitivamente la lucha armada”.
Harland ha agradecido a todas las personas, instituciones y gobiernos que han apoyado los esfuerzos de paz a lo largo de los años, entre los que ha mencionado al expresidente del PSE-EE Jesús Eguiguren, el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el lehendakari Iñigo Urkullu y el líder de EH Bildu Arnaldo Otegi.