- Así lo han manifestado expertos sanitarios que han participado en la mesa de debate sobre prevención y tratamiento del riesgo vascular, en el marco del IV Congreso para pacientes con enfermedades cardiovasculares que ha tenido lugar en el CaixaForum de Madrid.
- Se trata del Congreso anual organizado por Cardioalianza, entidad nacional que representa los intereses de más de 51 asociaciones de pacientes cardiovasculares, cuyo objetivo es acercar a todos los pacientes, familiares y cuidadores, las últimas novedades en el campo de la investigación cardiovascular.
- La jornada ha contado con mesas de debate dedicadas a tratar la progresión y la importancia del autocuidado de la insuficiencia cardiaca (IC), la perspectiva del paciente después de recibir un trasplante o dar a conocer las bondades del ejercicio físico en personas con cardiopatías congénitas.
- También se ha dedicado una sesión a la presentación de proyectos en investigación cardiovascular, como la detección precoz de la fibrosis miocárdica del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra; o los beneficios de la polipíldora en la mejora de la adherencia en la prevención secundaria del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
(Madrid).- Cardioalianza, asociación nacional de pacientes cardiovasculares que agrupa a 51 asociaciones locales y que cuenta con más de 21.000 pacientes asociados, ha celebrado el IV Congreso para pacientes con enfermedades cardiovasculares. Se trata de un encuentro dirigido tanto a pacientes, familiares y cuidadores, en el que también han participado profesionales sanitarios de primer nivel y representantes de la administración pública, para hablar sobre las últimas novedades y nuevas estrategias de acción entorno al tratamiento de las enfermedades del sistema circulatorio, responsables del 30% de las muertes en nuestro país, por delante de los tumores y las enfermedades respiratorias.
El IV Congreso para pacientes con enfermedades cardiovasculares fue inaugurado por Paloma Casado, Subdirectora de Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, quien destacó que la mejora de la salud tiene que estar presente en todas las políticas, no solo en sanidad y educación, ya que son necesarias acciones de salud pública que tengan como objetivo la reducción de los factores de riesgo que son comunes a muchas patologías crónicas pero que son especialmente incisivas en las enfermedades cardiovasculares. En este sentido, también destacó que la prevención y la educación en salud ha de ser el pilar a partir del cual se empiecen a diseñar nuevas estrategias y que otro pilar fundamental tiene que ser la rehabilitación adecuada a estos pacientes para lograr su reinserción a la vida diaria, ya que no se trata solo de ganar años de vida, sino de ganar años de vida con calidad.
Por su lado, Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza ha señalado que, “para lograr una atención integral del paciente, es decir, desde el ámbito biopsicosocial de la persona, tenemos que tender puentes entre todos los actores sanitarios que intervienen en la atención del paciente. Éste debe de estar presente en todas las etapas del proceso asistencial, desde la planificación de las políticas hasta en la toma de decisiones compartidas en la propia consulta”.
Mesa de debate sobre tratamiento y prevención del riesgo vascular.- En la mesa de debate sobre riesgo vascular descubrimos que la enfermedad cardiovascular es una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres, pero en edades distintas, ya que a ellas suele aparecer más tarde. Cabe destacar que la enfermedad cerebrovascular es la primera causa de muerte entre las mujeres, mientras que en los hombres son los tumores. En la misma línea, los especialistas han destacado que en edades precoces la cardiopatía isquémica y los infartos de miocardio son más típicos en hombres pero que cada vez estamos asistiendo a un desarrollo más precoz de cardiopatía isquémica en mujeres con edades más jóvenes, debido a los cambios en sus estilos de vida, como es su inclusión en el hábito tabáquico y otros factores de riesgo que también están en aumento como el sedentarismo o la obesidad.
En la mesa también se destacó que la arteriosclerosis (inflamación de las arterias) es una enfermedad crónica y progresiva, que se presenta en edades avanzadas pero que es consecuencia directa del estilo de vida que se haya seguido a lo largo de la vida. Por ello, inciden los expertos, en que es muy importante transmitir a la población más joven la importancia de llevar un estilo saludable en la juventud, ya que ello marcará nuestra salud cardiovascular y nuestra calidad de vida el día de mañana.
Con respecto a los factores de riesgo y su nivel de incidencia sobre la enfermedad cardiovascular, los profesionales destacaron la importancia del control del colesterol LDL (“colesterol malo”) sobre la cardiopatía isquémica, y del control de la hipertensión en el caso del ictus. En relación con los fumadores, los expertos fueron claros, “para quien fuma, el tabaco es su mayor enemigo y su primer factor de riesgo”, quienes precisaron que el riesgo que se disminuye en un paciente fumador, que ya ha tenido una cardiopatía isquémica, al año de dejar de fumar es de un 50%, algo que ningún fármaco es capaz de lograr hoy en día, por ello es clave fomentar estrategias enfocadas a dejar este hábito nocivo.
Otro dato relevante que destacaron los expertos fue que hoy en día se tiene mucha más capacidad de detectar y prever las enfermedades cardiovasculares que los cánceres. Solo un 40% de los cánceres son evitables, pero en la enfermedad cardiovascular este porcentaje asciende hasta el 90%. Ante este dato, los especialistas señalaron que aunque también hay condicionantes genéticos que propician la aparición de patologías cardiovasculares, por suerte existen mecanismos de intervención eficaces para controlar los factores de riesgo cardiovasculares, tengan o no componente genético, con lo que la capacidad de reacción en las enfermedades cardiovasculares es mucho mayor que en otras patologías.
Como conclusión, se ha destacado que buena parte de la prevención de este tipo de enfermedades está en la mano de uno mismo. Así, por ello es tan importante el control de los factores de riesgo (colesterol, hipertensión, diabetes, obesidad, tabaco, etc.) para poder retrasar al máximo la aparición de la enfermedad cardiovascular y lograr, además de una mayor longevidad, una mayor calidad de vida durante más tiempo.