(Madrid).- La pandemia de la COVID-19 va a modificar las relaciones de los niños entre sí, con los centros educativos y con su pediatra de Atención Primaria. Por eso, ante la inminente vuelta a las aulas, y ante la próxima reunión de los responsables educativos y sanitarios de Gobierno y autonomías, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha elaborado una propuesta con recomendaciones para el regreso a la escuela presencial y para la coordinación entre los colegios y los centros de salud. Las medidas de higiene, distanciamiento y aislamiento, junto con el refuerzo en Atención Primaria y de los servicios de rastreo prometido por los Departamentos de Salud son las claves para una vuelta al cole segura.
Para realizar la propuesta, se ha analizado el estado de salud de la población pediátrica en relación con la pandemia. De acuerdo con el Estudio Nacional de sero-epidemiología de la infección por SARS-CoV-2 en España la prevalencia estimada de anticuerpos IgG frente a SARS-CoV-2 en España ha sido de un 5,2% en la 3ª ronda, siendo menor en población pediátrica. Sin embargo, en el estudio de seroprevalencia realizado en Torrejón de Ardoz (Madrid) las cifras más altas corresponden a los pacientes de 10 a 14 años (26,47%) y de 1 a 4 años (24, 66%), lo que indica que los niños también se infectan.
De acuerdo con datos del Ministerio de Sanidad, el porcentaje de contagios en niños, sobre el total de contagiados, inicialmente era inferior al 1%, pero ha ascendido a un 7% en el mes de julio, y a un 10% de los casos en agosto, en menores de 15 años.
Por tanto, “los datos disponibles en la actualidad son cambiantes y debemos ponernos en guardia y pensar que cualquier niño puede ser fuente de contagio. De cara a la apertura del curso escolar, y en cualquier atención presencial, debemos contar con medidas de distanciamiento e higiénicas, sea cual sea la edad del niño”, explica el Dr. Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de AEPap.
Por otra parte, “los niños tienen más probabilidades de tener una infección leve o asintomática, lo que significa que la infección puede pasar desapercibida o no ser diagnosticada”, explica. Los síntomas más frecuentes son la tos, dolor de garganta, diarrea o fiebre. Esto “hace difícil diferenciarlo de otras enfermedades víricas del otoño-invierno como infecciones por rinovirus, bronquiolitis o gripe, con las que además podría coincidir”.
En cuanto a los niños como foco de transmisión de la enfermedad, “cuando son sintomáticos, excretan el virus en cantidades similares a los adultos y pueden infectar a otros de manera similar a los adultos. Se desconoce la capacidad infecciosa de los niños asintomáticos”, señala.
Recomendaciones para la vuelta presencial a las aulas
Pese a los riesgos, AEPap considera importante la vuelta a las aulas presencial, para favorecer el aprendizaje, el desarrollo emocional y las relaciones sociales de los niños con sus iguales. Organizaciones en defensa de la infancia como Save the Children y Unicef así lo propugnan. Sin embargo, “durante este curso va a haber muchas dificultades para que los niños sigan la escolarización con normalidad”, indica el Dr. Gorrotxategi, que cita un informe técnico publicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades el pasado 6 de agosto. El informe indica que el hecho de que muchos niños sean asintomáticos hace difícil detectar brotes en las escuelas, aunque, por el momento, los datos de varios países de la UE sugieren que la reapertura de escuelas no se ha asociado con importantes aumentos en la transmisión comunitaria. Por tanto, el Dr. Gorrotxategi asegura que “las recomendaciones para la vuelta al cole fundamentales pasan por las medidas de distanciamiento físico e higiene adecuadas”.
- Distanciamiento físico. AEPap recomienda realizar trayectos separados para que los niños no se crucen en los pasillos. El profesorado debería utilizar siempre mascarilla y, el alumnado, si no se puede mantener la distancia de seguridad.
- Grupos más reducidos y, en niños pequeños, “grupos burbuja”. Tendrían que mantenerse en clase, durante el recreo y en el acceso y salida del colegio.
- Medidas de higiene. ventilar las aulas entre clase y clase, higiene de manos entre clases y al volver del recreo, disponibilidad de hidrogel y mascarillas y desinfección de aulas al finalizar la jornada.
- Adultos acompañantes. Si es posible, debería ser siempre la misma persona la que acompañe al niño en la entrada y salida del colegio.
- Además de mantener las medidas de distanciamiento y el lavado de manos a la entrada y la salida, AEPap recomienda mantener grupos fijos en cada mesa y extremar la vigilancia para evitar que se compartan alimentos y utensilios.
Coordinación entre colegios y centros de salud
Además de las medidas en los centros educativos, el Dr. Gorrotxategi indica que “es importante que, ante una enfermedad febril detectada en un colegio se aísle al niño en el colegio y se llame a su familia. Luego, esta debería ponerse en contacto de forma telefónica con el centro de salud y no acudir directamente”. En el centro de salud se verá si procede hacer una PCR o explorar al niño, y se indicará a la familia el momento y lugar para llevarlo a cabo, pues existen franjas horarias diferentes y, en algunos centros, salas distintas para atender a pacientes con sospecha de coronavirus. Además, AEPap propone otras medidas:
- No acudir con fiebre o tos al colegio, con independencia de su causa.
- Cuarentenas de todo el grupo y PCR si un alumno o profesor es positivo. Incluso en el caso de que todos dieran negativo, deberán quedarse en casa 14 días. Si hay dos casos positivos en dos clases diferentes del mismo centro, las autoridades sanitarias podrían ordenar el cierre del centro para cumplir el aislamiento preceptivo. Este sistema se maneja ya en Cataluña.
- PCR en 24 horas. La agilidad en las pruebas podría evitar aislamientos y bajas laborales de los padres.
- Refuerzo en Atención Primaria. Como recuerda el Dr. Gorrotxategi, “existe un déficit crónico en Atención Primaria, con 1.500 plazas ocupadas por no especialistas y 900 con exceso de pacientes, que deberían desdoblarse para hacer frente a la COVID-19, con lo que el déficit total sería de 2.400 pediatras de AP”. Asegura que “no ha habido ningún refuerzo, como habían prometido los Departamentos de Salud, y en esa situación precaria hay que atender a un número progresivo de contagios, lo que está superando la capacidad de resolución de la pediatría de AP”.
- Rastreadores. Es necesario un refuerzo y coordinar la situación de las distintas CC AA, que es muy dispar en la actualidad. De acuerdo con la revisión elaborada por AEPap, en Aragón, Baleares, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, La Rioja y Murcia, los rastreadores de contactos y toma de muestras dependen de Atención Primaria, en coordinación con Salud Pública. En cambio, en Asturias, Cantabria, Navarra y País Vasco es Salud Pública la que coordina el rastreo, aunque las muestras se toman en AP. En varias CC AA “los rastreadores están colapsados, por lo que los pediatras de AP colaboran directamente en el rastreo, como sucede en Baleares y Madrid. O son enfermeros del centro de salud los que hacen esta labor, como en Andalucía”, explica el Dr. Gorrotxategi. Mientras, en Cataluña hay rastreadores telefónicos para casos sencillos y, para los complejos, se encarga Epidemiología. Con el aumento de casos, AEPap teme que no se consiga realizar una contención eficaz del virus, pues “hay CC AA que ya se han desbordado en la búsqueda de los contactos y otras que están al límite del desbordamiento”, señala el vicepresidente de AEPap.
- Refuerzo de los medios diagnósticos. AEPap considera que Atención Primaria debería contar con medios diagnósticos más rápidos. “Existe la posibilidad de hacer PCR para coronavirus, gripe y virus sincitial respiratorio (VSR) con la misma muestra, lo que facilitaría mucho el diagnóstico y manejo del coronavirus”, recuerda el Dr. Gorrotxategi. Esto “sería muy útil, porque los contactos de COVID-19 tienen que guardar 14 días de aislamiento”.
Tendrían que coger las máximas medidas para que los niños estén seguros y puedan dar clases.