La química Ana Martínez, que lleva a cabo su labor investigadora en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha recibido el premio a la mejor invención protegida otorgado por la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) por una patente con utilidad en el tratamiento de enfermedades neurológicas como la esclerosis lateral amiotrófica o ELA. José Jaime Ruz Martínez, del Instituto de Micro y Nanotecnología (IMN-CNM-CSIC), también ha recibido una mención especial como investigador joven por su invención de un método y sistema para la identificación de partículas basado en mediciones multifrecuencia de placas resonantes.
Fundadora de la empresa de base tecnológica (EBT) Ankar Pharma, Martínez es inventora de numerosas patentes, varias licenciadas a EBT y a empresas ya existentes. La patente premiada, titulada Derivados de purina inhibidores de CDC7 y su uso para el tratamiento de patologías neurológicas, de 2018 y no licenciada aún, se centra en determinados derivados de purina (uno de los dos compuestos químicos que las células usan para elaborar los elementos fundamentales del ADN y el ARN) que son capaces de inhibir la actividad de la quinasa CDC7. En patologías como la ELA o el alzhéimer, se produce una hiperfosforilación de TDP-43 (una proteína nuclear crítica para la sobrevida de las células nerviosas) y la posterior formación de aglomerados inducida por la enzima CDC7.
El grupo de Química Médica y Biológica Traslacional del CIB-CSIC que dirigen Martínez y la investigadora Carmen Gil cuenta con una gran experiencia en el diseño y desarrollo de fármacos utilizando diversas técnicas. Sus proyectos se centran en buscar la cura de enfermedades neurodegenerativas, como la ELA o el párkinson, e infecciosas.
La ceremonia en la que se anunció el ganador ha tenido lugar en los jardines de la Escuela de Organización Industrial (EOI), en Madrid. Al acto, que estuvo presidido por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, no pudo acudir Martínez por encontrarse en el Congreso Europeo de ELA, celebrado en Edimburgo; en su nombre acudió Gil, que forma parte del equipo impulsor de la patente.
Tras agradecer al CSIC “todo el apoyo” en el proceso de patentar y fomentar la investigación que lleva a cabo su grupo, Gil aseguró: “La investigación y la transferencia tienen que ir de la mano si queremos llegar a la sociedad y demostrar que lo que hacemos en los laboratorios sirve para algo. En nuestro equipo tenemos un firme compromiso con la transferencia y, en especial, con los pacientes, que son nuestro motor”.
Con la I Edición de los Premios a la Mejor Invención Protegida por Derechos de Propiedad Industrial, la OEPM busca apoyar y fomentar la actividad investigadora, científica y tecnológica y premiar el carácter innovador de los inventores nacionales como motor del desarrollo tecnológico de la sociedad.
En esta edición han sido premiados también: José Manuel Luque, de la Universidad de Málaga (UMA), con una patente en cotitularidad con el CSIC basada en un método de fabricación de una guía de onda y divisor de polarización que hace uso de dicha guía de onda; y Miriam Jaafar Ruiz-Castellanos, ex investigadora del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC), con una patente basada en un sistema para un microscopio de fuerzas atómicas.