Los hogares españoles incrementan su gasto en alimentación y reducen en un 6% el desperdicio alimentario

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Como novedad y con objeto de completar los datos obtenidos del panel de consumo de bebidas frías fuera de los hogares, el Ministerio ha puesto en marcha en el segundo semestre de 2016 un estudio para conocer la demanda total de bebidas calientes, otros alimentos y ‘snacks’ en el sector extradoméstico desde el punto de vista del consumidor final residente en España peninsular y Baleares. Por ello, el informe incluye además datos sociodemográficos sobre dicho consumo correspondientes al segundo semestre del año.

Como complemento a todo lo anterior, el informe incluye información detallada sobre los usos de los alimentos, los hábitos de compra y las microtendencias de consumo de la sociedad española.

El desperdicio alimentario en los hogares 

En el marco de la Estrategia «Más alimento, menos desperdicio», el Ministerio puso en marcha en 2014 el «Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares», que permite la cuantificación tanto de los alimentos que se tiran a la basura, tal cual se compraron sin elaboración por parte del consumidor, como de aquellos que son desechados una vez cocinados (es decir, la parte de las recetas que se tira a la basura por sobrar en el plato o por llevar un tiempo en la nevera).

Como datos más relevantes del periodo comprendido entre octubre 2015 y septiembre 2016, cabe destacar los siguientes:

  • Los hogares españoles tiraron a la basura 1.245,9 millones de kilos de alimentos en condiciones de ser consumidos (24 millones de kilos semanales), lo que constata la concienciación de las familias en la lucha contra el desperdicio alimentario, ya que esta cifra supone una reducción del 6 por ciento respecto al período anterior, es decir, se tiraron a la basura 80,1 millones de kilos menos.
  • La proporción del desperdicio en los hogares españoles es del 4,3 por ciento sobre el total de alimentación comprado por los hogares españoles. No se desperdicia en la misma proporción lo que se compra, existiendo diferencias significativas por productos.
  • El 85,6 por ciento del total de alimentos tirados a la basura se corresponde con alimentos (sin procesar) desperdiciados por los hogares tal cual los compraron. Frutas, verduras/hortalizas y pan son los alimentos más desechados. Con la excepción de frutas, de forma generalizada los hogares reducen la cantidad que tiran a la basura de todos los productos, lo que supone una mayor concienciación acerca del desperdicio de comida.

 

  • Por otro lado, el 14,4 por ciento del total de alimentos tirados a la basura se corresponde con las recetas cocinadas por el propio hogar y tiradas directamente del plato o de la nevera. Los platos base legumbre, los platos base carne y las sopas/cremas/purés son las recetas que más terminan en la basura. Con la excepción de los platos base verdura y platos base carne, se reduce la cantidad de recetas tiradas a la basura, constatándose también en este caso la mayor conciencia sobre estos temas por parte de los hogares.

Factores con influencia en el consumo y su evolución 

El análisis de la evolución de la población española, el turismo y el número de hogares constata una disminución de la población española en los últimos seis años del 1 por ciento, pasando de 47.021.031 personas en 2010 a 46.557.008 en 2016.

Respecto al número de turistas extranjeros que visitaron España en 2016, la cifra experimenta un incremento del 10 por ciento. También se aprecia, como en años anteriores, un incremento significativo de hogares de menor tamaño, unipersonales formados por un joven o un adulto independiente.

Una menor población con una mayor proporción de hogares de menor tamaño y sin hijos hace que el consumo dentro del hogar no crezca. Asimismo, la reducción del desperdicio alimentario y el mayor consumo fuera de casa también explican la menor compra de alimentos por parte de los hogares.

El consumo en los hogares 

Tal como refleja el «Panel de consumo», el gasto total de los hogares españoles en alimentación ha ascendido a 67.095,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,1 por ciento.

Por categorías, destaca la importancia de los productos frescos en la alimentación de los hogares, que suponen el 41 por ciento del volumen total consumido y el 44,1 por ciento del presupuesto total destinado a la alimentación.

Por tipos de productos, destaca el crecimiento del consumo de alimentos como los platos preparados (+4,2 por ciento), las patatas (+1,2 por ciento), la bollería, pastelería, cereales y productos navideños (+0,6 por ciento) y los frutos secos (+0,3 por ciento). Las legumbres, por otra parte,  han mantenido su consumo estable en 2016.

Sin embargo, en otros alimentos como el aceite, la leche líquida, los derivados lácteos, la carne, el pescado, las frutas frescas, las hortalizas frescas, las frutas y hortalizas transformadas, el pan, la pasta y los huevos se constata un descenso.

En cuanto a las bebidas, los datos muestran un aumento en el consumo de los vinos tranquilos con DOP, los vinos espumosos (incluido Cava) y gasificados con DOP, los vinos con IGP, el agua envasada, las bebidas refrescantes y las cervezas, y un descenso en el caso de los vinos sin DOP/IGP, las bebidas refrescantes, los zumos y néctares, y las bebidas espirituosas.

Los hábitos de compra 

Respecto a los establecimientos de compra, el supermercado es el canal preferido por los consumidores para realizar las compras, representando el 45,1 por ciento de las compras de productos de alimentación. Sin embargo, los hogares prefieren acudir al comercio especializado para adquirir productos frescos.

Asimismo, se mantiene la tendencia del año pasado en los factores que deciden la elección de los establecimientos por parte de los consumidores. De esta forma, la calidad, la proximidad / cercanía y los buenos precios aparte de las ofertas, son los principales condicionantes a la hora de elegir el consumo.

La compra por internet de productos de alimentación se sitúa en el 1,1 por ciento del volumen de las compras totales de alimentación para el hogar. Por tanto, es un canal con alto potencial de desarrollo, teniendo en cuenta además su baja participación dentro de los productos frescos.

En relación a los hábitos de compra, la salida de la crisis se percibe en un descenso, tanto en el porcentaje de consumidores que elaboran una lista antes de realizar las compras de alimentación, como en el porcentaje de consumidores que manifiestan haber modificado su forma de cocinar/comprar, para aprovechar mejor los productos y contribuir al ahorro.

En cuanto a la importancia de las marcas, destaca la fidelidad de los consumidores que, en un 60,3 por ciento de los casos declara comprar siempre las mismas marcas de alimentación. Asimismo, se mantiene la tendencia del año pasado en los factores que deciden la elección de los establecimientos por parte de los consumidores.

En relación a los datos de consumo por tipo de hogar, destaca la importancia de los hogares formados por retirados que representan el 22,8 por ciento de los hogares. Los retirados se caracterizan por un consumo de productos frescos y productos de la dieta mediterránea superior a la media de los hogares españoles. Son más afines a productos tradicionales y en su dieta incluyen aquellos productos que les ayudan a cuidar su salud y lograr una dieta equilibrada.

El panel incluye además, una visión del consumo y del gasto por Comunidades Autónomas. De estos datos se desprende que por encima del consumo medio per cápita (662,6 kg/l) se sitúan, entre otras, Asturias (709), Islas Canarias (706,8), Castilla y León (672,3), Galicia (670,5) y Aragón (666,4), en tanto que La Rioja (545,7), Comunidad de Madrid (560,4), Cantabria (588,6) y Andalucía (612,3) son las que reflejan menor consumo.

En cuanto a la evolución del gasto, cuya media en España es de 1.528,4 euros, las Comunidades que destacan son Asturias (1.678,9), País Vasco (1.660,3) y Cataluña (1.622,9). Por su parte, Andalucía (1.295,1), Extremadura (1.304,4), Región de Murcia (1.334,2) y Castilla La Mancha (1.340,2) son las de menor gasto per cápita.

El consumo de bebidas fuera de los hogares 

En 2014 el Ministerio puso en marcha un panel que permite disponer de datos del consumo de bebidas frías (bebidas espirituosas, cervezas, vinos y espumosos (incluido cava), bebidas refrescantes, agua, zumos, bebidas a base de zumo y leche, otras bebidas frías (tinto de verano, sidra) fuera del hogar realizado por los individuos residentes en España peninsular y Baleares.

El gasto realizado en bebidas frías fuera del hogar durante 2016 asciende a 8.477,63 millones de euros, que equivale a 1.977,68 millones de litros y cerca de 4.410 millones de consumiciones.

Comparando el consumo de bebidas frías dentro y fuera de los hogares, el 74,7 por ciento de los litros que se consumen en España de bebidas frías se ingieren dentro del hogar, siendo su proporción en valor de un 35,8 por ciento. Así pues, el 25,2 por ciento de los litros restantes se corresponde con el consumo fuera del hogar, siendo su proporción en valor del 64,2 por ciento.

Las bebidas espirituosas y el tinto de verano son las categorías en la que el consumo fuera del hogar adquiere una mayor importancia respecto al consumo en el hogar. Le siguen la cerveza, como tercera categoría en la que el consumo fuera de casa está por encima de la media en el hogar.

Como novedad y con objeto de completar el consumo extradoméstico de alimentación en España, en el segundo semestre de 2016 el Ministerio puso en marcha un nuevo estudio que permite conocer la demanda total de bebidas calientes, otros alimentos y snacks en el sector extradoméstico desde el punto de vista del consumidor final residente en España peninsular y Baleares.

De este nuevo estudio se constatan los siguientes resultados cualitativos referidos al segundo semestre de 2016: por días de la semana, las bebidas calientes se consumen entre semana, los alimentos en fin de semana y los snacks principalmente los viernes. Asimismo y en cuanto a los entornos de consumo fuera de casa, las bebidas calientes se caracterizan por entornos sin acompañantes mientras que los alimentos se consumen junto a familiares.

El uso de los alimentos 

Tal como se desprende del estudio sobre los usos de los alimentos,  son la salud, la tradición y la comodidad los tres ejes que explican el tipo de platos consumidos en el hogar. De esta forma, se busca una dieta sana y equilibrada, recurriendo a modos de preparación más saludables y a platos ligeros como ensaladas, sin renunciar al placer y la comodidad, fomentando el consumo de pizzas y sin prescindir de la cocina tradicional.

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