- Según un estudio realizado por pediatras alergólogos españoles de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap)
- La rinitis alérgica es la enfermedad alérgica crónica más común en niños y su prevalencia oscila entre el 8,2 y el 38% en la población pediátrica española
- El 60% tienen rinitis alérgica estacional, causada sobre todo por el polen de olivo y/o gramíneas
Un estudio realizado por pediatras alergólogos españoles de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap), concluye que con una muestra sanguínea se pueden determinar los componentes exactos para que la vacuna en niños con alergia al polen sea más eficaz, a diferencia de las habituales pruebas cutáneas que, en ocasiones, dan lugar a falsos positivos.
La rinitis alérgica es la enfermedad alérgica crónica más común en niños y su prevalencia oscila entre el 8,2 y el 38% en la población pediátrica española, según se indica en el citado trabajo. De todos ellos, el 60% tienen rinitis alérgica estacional, causada sobre todo por el polen de olivo y/o gramíneas.
En el conjunto de España el polen más numeroso es el de las gramíneas. «Pero si analizamos por zonas, en Andalucía destaca el de olivo, y en zonas semidesérticas del área mediterránea (Almería, Alicante, Murcia) la salsola», explicó la doctora Ana María Martínez Cañavate, autora principal del estudio y miembro del Grupo de Trabajo de Inmunoterapia de Seicap.
Según esta especialista, en cada zona geográfica predomina un tipo de polen, y la época de polinización de cada especie es distinta, aunque a veces se solapen entre sí. «Además, aunque la mayoría se liberan durante la primavera, el cambio climático, la actividad humana y la contaminación están adelantando los períodos de polinización e incluso extendiéndolos al verano», aseguró. Estas circunstancias pueden hacer difícil determinar el verdadero agente causal de la rinitis alérgica y/o asma estacional cuando solo se usan pruebas cutáneas.
«Hemos comprobado que tras el diagnóstico molecular se tuvo que cambiar la composición de las vacunas en más de la mitad de los casos, al ver que el 76% tenía doble sensibilización», concluyó la doctora Martínez Cañavate.
El estudio ha sido publicado en la revista ‘Pediatric Allergy Immunology’.