• Este año, el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, pone el foco en el impacto de los conflictos y desastres en el trabajo infantil.
• World Vision colabora con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la lucha contra el trabajo infantil.
• Varias niñas y niños trabajadores de la India (adjuntamos vídeos), Bangladesh y Albania cuentan su día a día.
En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se celebra el próximo lunes 12 de junio, la ONG World Vision quiere dar voz a las niñas y niños trabajadores y conocer, a través de sus palabras y experiencias, cómo es su día a día.
Según los datos de la OIT (organización con la que colabora World Vision), en todo el mundo, más de 1.500 millones de personas viven en países afectados por conflictos, violencia y fragilidad. Al mismo tiempo, alrededor de 200 millones de personas se ven afectadas por desastres cada año. Un tercio de ellos son niños. Una proporción significativa de los 168 millones de niños que trabajan viven en zonas afectadas por conflictos y desastres. El Día Mundial contra el Trabajo Infantil de este año se centra en el impacto de los conflictos y desastres en el trabajo infantil.
Los conflictos y desastres tienen un impacto devastador en la vida de las personas. Matan, mutilan, lesionan, obligan a la gente a huir de sus hogares, destruyen los medios de subsistencia, empujan a la gente a la pobreza y el hambre y atrapan a las personas en situaciones donde sus derechos humanos básicos son violados.
Los menores son a menudo los primeros en sufrir a medida que las escuelas son destruidas y los servicios básicos son interrumpidos. Muchos de ellos son desplazados internos o se convierten en refugiados en otros países y son particularmente vulnerables a la trata y al trabajo infantil.
Niños trabajadores, niños esclavos
Hay 168 millones de niños trabajadores en todo el mundo y la mitad de ellos están trabajando en trabajos peligrosos, sucios y degradantes. El 12 de junio es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil y desde World Vision queremos compartir las historias de Roonie (India, también vídeo), Keli (Albania), Tania (Bangladesh), Jhalak (vídeo) y Viraaj (vídeo), cuyas vidas no podemos imaginar para nuestros hijos.
A la sombra del Taj Mahal
Roonie solo iba a trabajar por un tiempo, hasta que su padre superara su enfermedad. Pero de eso ya han pasado cuatro años.
El sueño de Roonie de volver a la escuela se fue haciendo cada vez más débil con cada año que pasaba, hasta que desapareció por completo. Ahora, con 13 años, trabaja junto a su padre, haciendo zapatos en una fábrica en Agra, conocida por el mausoleo del Taj Mahal. Su trabajo consiste en cortar, coser y pegar las piezas de cuero. Sus manos le duelen constantemente.
Muchos de los zapatos que confecciona Roonie encuentran su sitio en los mercados donde los turistas compran y celebran haberse hecho con una par de hermosos zapatos de cuero, hechos a mano, a un precio irrisorio. Seguramente, no saben nada sobre Roonie y otros niños como él.
La fábrica donde trabaja no es nada segura, con maquinaria pesada y herramientas afiladas en todas partes. El jefe se acerca, listo para gritar cuando su joven trabajador se ralentiza. “El gerente me asusta cuando me grita por no hacer mi trabajo correctamente», dice Roonie. «Hay días que no quiero ir a trabajar, pero entonces pienso que si no lo hago, no tendremos suficiente dinero para comprar comida y pagar el alquiler «.
Es un niño de 13 años, que trabaja encorvado en el suelo, haciendo zapatos que su familia no puede permitirse comprar. Ni Roonie, ni millones de niños como él deberían tener que renunciar a su infancia y a su futuro por tener que ayudar a sus familias.
El hermano pequeño de Ronnie es uno de los niños apadrinados por World Vision India y asiste a la escuela regularmente.
El cromo empañado de Albania
Ésta es la historia del cromo antes de que llegue a nuestras manos, brillante y pulido. La extracción del cromo es la principal industria y fuente de ingresos de las personas que viven en el área de Bulqiza (Albania). Allí, el cromo es como el oro.
Hace una década, el gobierno endureció las leyes impidiendo a las empresas contratar a niños. Estos esfuerzos han desembocado en un mercado negro en el que los niños trabajan fuera de las minas para encontrar restos del mineral que vender. En un buen día, pueden encontrar entre 80 y 100 kg de rocas. Por este trabajo duro y muy peligroso, recibirán alrededor de 8 dólares.
Keli tiene 13 años y es un buscador de cromo. Su madre, el sostén de la familia, fue aplastada por un tractor mientras recogía el mineral. Su padre se marchó y han sido sus hermanos quienes lo han criado. El joven pasa sus días trabajando en los montones de escombros. Cuando duerme también busca el mineral, «Sueño con mirar hacia abajo y encontrar lo mejor», explica Keli.
Uno de sus hermanos mayores, Selimi, de 21 años, tiene pesadillas en las que muere como su madre. Las muertes dentro de las minas albanesas son habituales y se estima que dos personas mueren cada mes. No hay registros de cuántos niños resultan heridos excavando afuera. Keli quiere terminar el colegio y le gustaría ser futbolista.
El baile, una forma de escapar de la realidad
El padre de Tania trabajaba vendiendo cosméticos. Hace nueve años unos hombres lo asaltaron, le rompieron el brazo y le tiraron ácido. En 10 minutos se quedó ciego. Ahora sólo puede mendigar.
Tania, de 14 años, trabaja ahora trabaja durante horas limpiando camarones para mantener a su familia. Su salario no llega al dólar diario en temporada baja pero en la temporada alta gana alrededor de 1,87 dólares al día por siete u ocho horas de trabajo durante la noche, con sólo 20 minutos para descansar.
Tania sueña con ser enfermera para poder ayudar a otros. Le encanta bailar y mientras lo hace cierra los ojos y deja que la música le transporte lejos de su vecindario de Bangladesh. “Hecho mucho de menos la escuela…. He olvidado ya muchas cosas», dice Tania.
La joven va a empezar a asistir al Centro de Educación de World Vision y espera poder volver a la escuela después.
LAS CIFRAS DEL TRABAJO INFANTIL
– El número global de niños en situación de trabajo infantil es de 168 millones, de los cuales más de la mitad, es decir 85 millones efectúan trabajos peligrosos.
– La región de Asia y el Pacífico continúa registrando el número más alto de niños, casi 78 millones o 9,3% de la población infantil, pero el África Sub-sahariana continúa siendo la región con la más alta incidencia de trabajo infantil, 59 millones, más del 21%.
– En América Latina y el Caribe, existen 13 millones (8,8%) de niños en situación de trabajo infantil, mientras que en la región del Medio Oriente y África del Norte hay 9,2 millones (8,4%).
– La agricultura continúa siendo de lejos el sector con el mayor número de niños en situación de trabajo infantil (98 millones, o 59%), pero el número de niños en los servicios (54 millones) y la industria (12 millones) no es insignificante.
– Se registró una disminución del 40% del trabajo infantil en las niñas desde el año 2000, mientras que en los niños la disminución es del 25%.
– Los niños siguen estando más expuestos al empleo que las niñas (18,1% frente al 15,2%).