- La industria alimentaria y Sanidad se comprometen a reducir un 10% el azúcar, sal y grasas en 3.500 productos
- La iniciativa ha sido rubricada por 20 asociaciones de los sectores de la fabricación, distribución, distribución automática, restauración social, restauración moderna y 511 empresas
- Los alimentos afectados por el plan son los aperitivos salados, bebidas refrescantes, bollería y pastelería, cereales de desayuno, cremas, derivados cárnicos, galletas, helados, néctares de frutas, pan especial envasado, platos preparados, productos lácteos y salsas
El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) ha firmado el Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas y otras medidas 2017-2020 con la industria alimentaria para reducir, en los próximos tres años, el 10% del contenido de sal, azúcar y grasas en más de 3.500 productos de la cesta de la compra , los cuales representan el 44,5% de la energía total diaria.
La iniciativa ha sido rubricada por 20 asociaciones de los sectores de la fabricación, distribución, restauración social, restauración moderna, distribución automática y 511 empresas. Los alimentos afectados por el plan son los aperitivos salados, bebidas refrescantes, bollería y pastelería, cereales de desayuno, cremas, derivados cárnicos, galletas, helados, néctares de frutas, pan especial envasado, platos preparados, productos lácteos y salsas.
El objetivo es, además de reducir el 10% del azúcar, sal y grasas de cara a 2020, asegurar que las reducciones y sustituciones no eleven el contenido calórico; incrementar la oferta de menús o comidas más saludables fuera del hogar, a través de la restauración social, moderna y los dispensadores automáticos, con menos azúcares añadidos, sal, grasas saturadas y trans y menos calorías; y reafirmar y potenciar el esfuerzo y colaboración voluntaria y consensuada de las empresas de diversos sectores del entorno alimentario.
Del mismo modo, pretende apoyar y fomentar la investigación y desarrollo de productos que conformen una dieta con menos azúcares añadidos, sal, grasas saturadas y trans y calorías; impulsar las buenas prácticas para una implementación efectiva de medidas que ayuden a mejorar nutricionalmente el conjunto de la dieta; impactar sanitaria y socialmente en la cesta de la compra de las familias con productos reformulados para alcanzar dietas más equilibradas y consumos razonables; favorecer la coordinación de estas medidas con las distintas administraciones; y contribuir a nivel europeo a mejorar la base científica y la recopilación de datos que impulse estas iniciativas y su seguimiento.
“Se trata de una de las acciones más relevantes que hemos llevado a cabo desde el Ministerio. Es un plan que marca un antes y después porque vamos a mejorar la salud de la población y a propiciar una transformación social y empresarial ya que las empresas van a trabajar para hacer productos más saludables manteniendo la seguridad, sabor y textura”, ha asegurado la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, para insistir en que es el “principio de un gran cambio en la salud de la población y, especialmente, de las próximas generaciones”.
En cuanto a la sal, se va a reducir un 16% en los derivados cárnicos y en la mayonesa; un 10% en los aperitivos saldos, platos preparados y tomate frito; un 13,8% en patatas fritas; un 6,7% en las cremas de verdura; y un 5% en la salsa fina o kétchup . Las grasas saturadas se reducirán en un 10% en los aperitivos salados y nuggets ; un 5% en galletas, bollería y repostería; y un 5% en los derivados cárnicos.
Asimismo, además de la cesta de la compra , el plan abarca también empresas de catering, por lo que los menús ofrecidos en los colegios y en hospitales serán más saludables, ya que aumentarán los platos cocinados a la plancha, se priorizarán las carnes magras frente a otras, se reducirán los productos precocinados o fritos y se ofrecerán más legumbres, pescados, verduras y frutas de temporada.
Respecto a los establecimientos, el acuerdo establece medidas como reducir el 50% el contenido de azúcar en sobres monodosis y un 33% en los de sal. Además, el sector de las máquinas de vending se ha comprometido a adquirir sólo productos reformulados, aumentar del 30% al 50% la oferta de alimentos equilibrados y reducir el 15% la dosis máxima de azúcar añadido en máquinas calientes.
“Este plan, alcanzado con un enorme consenso y proceso de negociación, atiende a la necesidad europea de actuar sobre nutrientes seleccionados y que haya menos sal, azúcar y grasas en los productos y a una demanda del consumidor, el cual es cada día más exigente y responsable. Es una apuesta por la equidad y la igualdad social porque llegará a toda la ciudadanía”, ha zanjado la directora de la Aecosan, Teresa Robledo.