- Charo Ortín es la impulsora de esta terapia basada en la realidad virtual para ayudar a personas con lesiones medulares, Esclerosis Múltiple o el Síndrome de Charcot
- La clave de esta terapia se basa en las “neuronas espejo“, las células responsables de que cualquier ser humano imite a otro. Con este método, se pretende “engañar al sistema nervioso y al cerebro“
- Este novedoso método ha recibido varios premios internacionales situándose por encima de gigantes como son Microsoft o National Geographic
Charo Ortín, es una doctora especializada en rehabilitación neurológica, que hace cinco años inició una investigación que actualmente se ha traducido en el Método Foren, una terapia basada en la realidad virtual que ha conseguido que personas con lesiones medulares puedan incluso andar.
Las piezas clave de este método además de Charo Ortín, son Pablo Espinosa (ingeniero del proyecto), y Óscar Hormigos, cofundador del estudio TheVrain (encargado de crear la experiencia de realidad virtual). Este novedoso método, han recibido varios premios, como el premio de “Halo Awards”, congreso de Realidad Virtual celebrado en Amsterdam, y dos estatuillas en el festival “VR NOW“, situándose por encima de gigantes como son Microsoft o National Geographic.
La clave de esta terapia se basa en las “neuronas espejo“, las células responsables de que cualquier ser humano imite a otro. Con este método, se pretende “engañar al sistema nervioso y al cerebro“.
Para ello, se utilizan unas gafas de realidad virtual donde el paciente ve en primera persona, un cuerpo en un entorno prácticamente igual al que se encuentra. En este momento la terapeuta le pide un movimiento y ve cómo ocurre la experiencia. El objetivo es que el cerebro “piense, asimile y se crea totalmente” que eso se produce por la orden emitida por él mismo. “El cerebro manda una señal y ese músculo diana tiene que devolver información de vuelta“, por eso en el momento en el que se reproduce la imagen del movimiento, se estimula esa zona con un estímulo cinestésico, vibratorio o eléctrico. Durante todo el proceso es muy importante que haya una buena sincronización con estos estímulos.
Este método se ha probado con éxito en 40 pacientes en los dos últimos años, tiempo en el que se ha puesto en práctica toda la investigación teórica llevada a cabo desde el 2012. Además de lesionados medulares, también se ha llevado a cabo en patologías como la Esclerosis Múltiple o el Síndrome de Charcot, que afecta a niños. En estos casos, más que recuperar el tejido dañado, se trata de evitar el avance de estas enfermedades.
Fuente: RhbNeuromad