- “El murmullo de las piedras” es un proyecto pictórico innovador en el que el creador Daniel Yordanov, de origen eslavo pero afincado en Valladolid, lleva inmerso los últimos años. A través de su pintura trata de rescatar y mostrar la vida atrapada en las piedras milenarias del patrimonio de Castilla y León.
- Una parte de ese reto, podrá verse del 7 de septiembre al 28 de octubre en el monasterio de Santa María la Real – centro expositivo Rom en Aguilar de Campoo.
(Aguilar de Campoo).- “Las piedras de Daniel Yordanov tienen vida, porque el olvido del pasado es la destrucción del presente”, así lo cree, al menos, Javier Blas, coordinador de proyectos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y una de las muchas personas que han disfrutado y valorado la obra del artista.
Quienes se detienen frente a sus pinturas, quienes han tenido el privilegio de entrar en su taller, no permanecen indiferentes ante “el murmullo de las piedras”, que, como asegura Blas “no alude a elementos materiales, sino al paso del tiempo”, dado que “su propósito es alcanzar una ilusión”, “pintar lo intangible, tocar el tiempo con la mirada”.
Yordanov lo logra, buscando inspiración en el patrimonio de Castilla y León, en la obra de artistas medievales, renacentistas, barrocos o contemporáneos. El proceso, no es sencillo, ha de estudiar al milímetro, cada detalle, cada rasgo de la piedra, cada “latido”, porque su reto no es reproducir, sino captar y transmitir sensaciones a través de la pintura, vencer el tiempo y conectarnos con los antiguos artesanos, logrando que su obra sea imperecedera y actual.
Asegura Fernando Manero, catedrático emérito de la Universidad de Valladolid, que aproximarse a la obra de Yordanov es “descubrir esa mezcla de talento, sensibilidad y habilidad técnica”, que emana de su “mirada perspicaz y vigilante”. A través de los ojos del artista, de su pintura, vemos el patrimonio de un modo diferente, porque capta la textura, la fuerza de la piedra, el poder evocador de la escultura y lo dota de vida abriendo un diálogo con la naturaleza.
Nueve obras, nueve provincias.- De su proyecto pictórico, Yordanov ha seleccionado nueve obras, nueve pinturas de gran formato, una por cada provincia de Castilla y León, que podrán verse en la antigua capilla del Cristo, hoy reconvertida en sala del centro expositivo Rom, gestionado por la Fundación Santa María la Real en Aguilar de Campoo.
Pese a la bidimensionalidad de los lienzos, el realismo que logra el artista es tal que por momentos el espectador parece dudar de si se encuentra o no ante un retazo de arquitectura cargado de historia.
Los lienzos de la exposición muestran a una urraca cantar sobre los músicos esculpidos en la colegiata de Toro; a un frágil jilguero deleitando con sus trinos a los toros de Guisando o a una sutil y leve pareja de mariquitas copulando al unísono sobre la pierna del personaje femenino de la escena del coito labrada toscamente en el medievo en uno de los canecillos de la iglesia de Fuentidueña.
En otra de las obras un gorrión aletea frente a los capiteles del convento de Las Dueñas de Salamanca; cerca, una lagartija trepa curiosa para entretenerse en la iconografía de la portada de la ermita de Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar; desde otro lienzo, una inquietante mirada sigue nuestros pasos, oculta tras el ventanal del Palacio Pimentel de Valladolid.
Yordanov ha sido capaz de atrapar el milagro de la luz sobre uno de los capiteles del monasterio burgalés de San Juan de Ortega; el miedo que transmiten las fauces de algunas de las bestias representadas en la catedral de León o la fragilidad del claustro de San Juan de Duero, acentuada por un perro tullido, que descansa junto a una arcada sin fuste.
Junto a estas nueve obras, “el murmullo de las piedras” incluye otras piezas, evocadoras, que invitan al espectador a “desentrañar los mensajes” que, como bien apunta Fernando Manero, parece contener cada lienzo.