- Más de un millón de niños afectados por el ciclón y las inundaciones.
- Los bebés que reciben tratamiento en el hospital principal de Beira mueren cuando se corta la electricidad.
- El aumento de las inundaciones trae nuevos peligros para quienes no tienen refugio y acceso a agua limpia y alimentos.
- Los equipos de la ONG World Vision han ayudado ya a 3.500 personas y se prevé ayudar a decenas de miles en la próxima semana.
(Madrid).- Con más de un millón de niños afectados por las terribles consecuencias del ciclón, los esfuerzos de la ONG World Vision para satisfacer las necesidades básicas de supervivencia se ven agravados por los temores por la seguridad de los menores huérfanos o separados de sus padres.
Hablando desde Beira, Joseph Kamara, Director de Emergencias de World Vision para la región dice: «Beira ha sido eliminada, casi todos los edificios están dañados o destruidos. Y el único acceso a la región inundada donde la gente está sin electricidad ni alimentos es por barco o aire».
World Vision está trabajando las 24 horas del día para buscar refugio a los supervivientes, muchos de los cuales no han tenido agua ni alimentos desde hace días. La ONG también se está preparando para proteger a los niños desplazados por la crisis, muchos de los cuales se encuentran separados de sus padres.
“La seguridad y el bienestar de los niños rescatados es nuestra principal prioridad. Estamos trabajando a contrarreloj para establecer Espacios Seguros para los niños que hemos traído a tierra firme», explica Kamara.
“Seguimos escuchando y viendo los efectos devastadores de esta emergencia en los niños. Los bebés que reciben tratamiento en el hospital principal de Beira mueren cada vez que se corta la electricidad que mantiene en funcionamiento las máquinas para su cuidado. Un número aún desconocido de niños se perdió de su familia durante el ciclón y el caos que le siguió. Si no actuamos rápido, los niños supervivientes, especialmente vulnerables a este desastre, podrían ser víctimas de la violencia sexual, la trata y el matrimonio prematuro”.
Más de 3.500 personas en la provincia de Zambezia han recibido carpas, lonas, mantas, mosquiteras y otras herramientas básicas de refugio de World Vision durante el fin de semana.
«Tenemos una gran cantidad de ayuda disponible que va llegando, y estamos trabajando para hacer uso de los suministros disponibles localmente, pero hay comunidades enteras inaccesibles, excepto por aire, y esto hace que todo lleve más tiempo del que nos gustaría», explica Claire Rogers, CEO de World Vision Australia, en Beira. “Los Espacios Seguros para Niños, que esperamos establecer pronto, proporcionarán un lugar seguro para que los menores encuentren refugio y jueguen. Hemos oído hablar de niños alojados en orfanatos abarrotados o llevados a campamentos donde no tienen la protección que necesitan».
Si bien aún es temprano para una evaluación en profundidad, el impacto a largo plazo en los niños es una preocupación constante para World Vision, dada la vulnerabilidad de algunos niños en los tres países, antes del impacto del ciclón.
Tanto Malawi como Mozambique ya tenían tasas críticamente altas de matrimonio infantil. Sabemos que en emergencias, como este desastre natural, que afectan a familias que ya son vulnerables, los padres se pueden ver obligados a tomar decisiones que no quieren, como enviar a sus hijas a casarse como forma de afrontar el futuro de sus hijos.
Antes de que se produjera este desastre, las niñas en Zimbabue sufrían ya altas tasas de violencia sexual; una de cada tres niñas ha sufrido algún tipo de abuso sexual.
«Debemos recordar cuán vulnerables eran los niños en determinadas partes de estos países antes de que ocurriera el desastre la semana pasada», dijo Rogers. «Para aquellos de nosotros que trabajamos en el terreno, asegurando que la ayuda llegue y ayudamos a las familias a reconstruir sus vidas de la mejor manera posible, la esperanza de que nuestros esfuerzos también puedan proteger a los niños nos está motivando en circunstancias muy difíciles».