(Madrid).- “Debemos continuar la tramitación de la Ley de muerte digna y la Ley de eutanasia para amparar una forma de morir más humana”, ha asegurado María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, en el “III Congreso de Organizaciones de Pacientes”. Ha explicado que “a medida que la capacidad de curación de enfermedades es mayor, es aún más importante aceptar que el poder de la Medicina no es absoluto”.
Y, por ello, Carcedo ha señalado la especial importancia que tiene la paliación del dolor y el sufrimiento: “Hay que situar al mismo nivel el curar y el cuidar y, advertir contra la tentación de prolongar la vida indebidamente”. Por tanto, ha subrayado que es esencial “la creación de unas circunstancias clínicas que favorezcan una muerte tranquila, en la que el dolor y el sufrimiento se reduzcan mediante cuidados paliativos adecuados y en la que nunca se abandone ni descuide al paciente”.
Además, la ministra de Sanidad en funciones ha indicado que no sólo se debe tener en cuenta a las personas con enfermedades avanzadas sino también a su entorno, a las familias que aportan gran parte del esfuerzo del cuidado en las personas al final de la vida.
Prevención y autocuidado
Carcedo ha hecho hincapié en que la atención sanitaria y social debe transformarse y para ello, debe enfrentarse a retos como el envejecimiento, la cronicidad y la humanización. “Son desafíos a los que tenemos que dar una respuesta equitativa y que contribuya a reducir las desigualdades sociales en salud”.
Respecto a las enfermedades crónicas, consecuencia del aumento de la esperanza de vida y mejoras en la atención sanitaria, “ponen de manifiesto la necesidad de que el SNS pase definitivamente de estar centrado en la enfermedad a orientarse hacia las personas”, ha afirmado. En esta línea, ha añadido que “la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad pone de manifiesto la necesidad de reorientar el modelo sanitario hacia la prevención, la mejora de los cuidados integrados de salud centrados en la persona y la capacitación de los pacientes”.
De esta manera, María Luisa Carcedo ha recordado que la participación de los ciudadanos en las decisiones y el cuidado de su salud, son aspectos esenciales: “Hoy no se entiende hablar de los pacientes sin los pacientes como protagonistas”.
En este cometido ha destacado la coordinación que se realiza desde el Ministerio del proyecto de Red de Escuelas de Salud para la Ciudadanía para trabajar en el empoderamiento de los pacientes. Y su participación en el desarrollo de estrategias y planes de salud lo que permite generar políticas “basadas en las demandas reales”.
Familiares, voluntarios y profesionales
Carcedo ha finalizado su intervención reconociendo la implicación de “familiares, voluntarios que participan de forma altruista en programas de apoyo y profesionales sanitarios, que muchas veces con medios insuficientes dan lo mejor de sí para asegurar la mejor atención sanitaria al final de la vida”. Y, ha aplaudido las iniciativas de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes y sus contribuciones al trabajo colaborativo en la transformación de la atención sociosanitaria.
“La perspectiva de los pacientes y sus familias es esencial para avanzar hacia un modelo más preventivo, más equitativo y más sostenible”, ha concluido.