(Madrid).- La Sociedad Española de Cardiología (SEC), a raíz del episodio de paro cardiaco sufrido por el futbolista danés Christian Eriksen este fin de semana, recuerda que es vital reconocer una parada cardiorrespiratoria y saber cómo actuar en estos casos. “Cualquiera puede sufrir un paro cardiaco y es vital reconocerlo. Si una persona está inconsciente y no responde, está en parada cardiorrespiratoria, por lo que hay que llamar inmediatamente al 112 e iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta que llegue la ambulancia”, dice el Dr. Pablo Jorge Pérez, coordinador del Grupo de Trabajo de Reanimación Cardiopulmonar de la SEC. El cardiólogo remarca que “no debemos perder tiempo con dudas sobre la respiración y el pulso porque cada segundo es importante”. También recuerda que cuando alguien sufre una parada cardiorrespiratoria no puede tragarse la lengua y, por tanto, no hay que distraerse con maniobras innecesarias.
El tiempo de actuación y la implicación de los que presencian la parada cardiaca es esencial, pues por cada minuto que pasa sin que actuemos se reduce un 10% la supervivencia. En España se producen unas 52.300 paradas cardiacas al año, 22.300 en los hospitales y 30.000 en el entorno comunitario. De las que se producen fuera del entorno hospitalario tan solo entre el 5 y el 10% se recuperan.
“En España, la formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar es escasa frente a la realidad de otros países de nuestro entorno, donde la enseñanza de esta práctica es totalmente obligatoria, tanto en escuelas como en universidades. Sin duda, necesitamos más información, formación y sensibilización”, explica el especialista en cardiología, “porque estamos ante un problema de primera magnitud para la salud pública”.
Por otro lado, también es necesaria la presencia de desfibriladores (DEA) en el entorno, pues estos dispositivos han demostrado su efectividad, utilidad y seguridad en programas de atención inmediata realizados por personal no sanitario en espacios públicos y de gran afluencia. En este sentido, la Fundación Española del Corazón (FEC), la SEC y Cruz Roja Española lanzaron hace casi tres años la aplicación Ariadna, un gran mapa colaborativo de desfibriladores por toda España que permite geolocalizar estos dispositivos en espacios públicos y privados de forma que se conozca su ubicación y puedan ser usados en caso de parada cardiaca.
El Dr. Pablo Jorge Pérez insiste: “Cualquiera puede sufrir una parada cardiaca y el riesgo cero no existe ni siquiera, como hemos visto, en el deporte profesional”.
Muerte súbita en el deporte
Aunque la muerte súbita asociada a la actividad deportiva en España tiene una incidencia muy baja, es un acontecimiento dramático con importantes implicaciones en el ámbito clínico y social. Un reciente estudio publicado en Revista Española de Cardiología (REC), concluyó que la muerte súbita asociada al deporte ocurre en un 96% de los casos en deportistas recreativos.
Respecto al tipo de actividad deportiva, el citado estudio pone de manifiesto que el ciclismo y la carrera a pie a partir de los 39 años tienen mayor riesgo de muerte súbita asociada al deporte, mientras que los que practican gimnasia y natación tienen menor riesgo. Por otro lado, los menores de 35 años que practican fútbol tienen más riesgo que con otros deportes a esa misma edad.
La respuesta más rápida ante una parada cardiaca
1. RECONOCIMIENTO. Comprobar si la persona está consciente y respira.
2. Si no respira (o hay dudas), llamar al 112 e iniciar compresiones torácicas.
3. Practicar las maniobras de RCP (100-200 compresiones por minuto en el tercio inferior del esternón).
4. Pedir a una tercera persona que localice el desfibrilador más cercano.
5. Seguir las instrucciones del desfibrilador para aplicar las descargas.
6. Continuar con las maniobras de RCP hasta que llegue la ambulancia.
Se tendría que dar en las clases para que todo el mundo sepa hacerla, con esta técnica se salvan muchas vidas.