La Consejería de Educación y Universidades se reunirán con los directores y directoras de los centros educativos, para trasladarles la metodología y, sobre todo, el cuestionario con los indicadores que se estudiarán durante la habitual visita a las aulas que se realiza cada año, en cumplimiento de su obligación de análisis del sistema educativo del archipiélago. Las reuniones permitirán dar mayor transparencia a este proceso, acercándolo a toda la comunidad educativa.
La finalidad última de esta tarea de apoyo y acompañamiento a la labor del profesorado es actuar sobre todo en la valoración de las buenas prácticas, así como sobre la adquisición de competencias, el apoyo y reconocimiento de la labor docente, los reajustes de las prácticas deficientes, la actualización normativa y la potenciación del liderazgo pedagógico de las direcciones de los centros, de modo que se puedan extender las buenas prácticas y apoyar a los centros educativos en la implementación de las acciones de mejora necesarias para desarrollar aquellos aspectos pedagógicos que inciden en factores fundamentales para la mejora conjunta del sistema educativo, como son el rendimiento escolar, el control del absentismo, el incremento de las tasas de titulación e idoneidad y la reducción del abandono.
Una vez informados los centros educativos, se establecerá el calendario de visitas y se notificará al menos con una semana de antelación a cada uno de ellos de la fecha en la que se realizarán las visitas a las aulas.
El Viceconsejero de Educación y Universidades, Juan Manuel Santana, calificó la información que se obtiene a través de la asistencia a las clases como «imprescindible, para detectar cómo podemos apoyar la labor docente desde la Consejería». En especial, destacó cómo el acudir a los centros permite a la Inspección detectar las buenas prácticas «que surgen de la propia iniciativa de los docentes y las docentes», con la finalidad de «extenderlas al resto de centros».
En este sentido, Santana explicó que para mejorar cualquier sistema, «tenemos que partir de un conocimiento profundo de qué se hace en cada lugar», para «convertir en habituales todas las innovaciones en la práctica docente» que a día de hoy ya aplican diferentes centros educativos, «a través de los mecanismos de apoyo y acompañamiento a la actividad de los centros» con los que cuenta la Inspección Educativa.
