(Madrid)- La semFYC y la SEFAC ponen en marcha una campaña de recogida de antibióticos para impulsar su uso prudente y frenar la resistencia bacteriana

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En España, consumimos un número muy alto de antibióticos, tanto los que conseguimos con prescripción como sin prescripción. Esto hace que nos encontremos entre los países europeos donde el riesgo de desarrollar altos niveles de resistencia bacteriana es más alto. Esa es la razón por la que la semFYC se ha unido con la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) para lanzar una campaña local que en esta primera fase está focalizada en Madrid y que está dirigida a reducir el volumen de antibióticos que se acumulan en los domicilios particulares.

El Ayuntamiento de Madrid ha colaborado activamente en esta campaña, siendo de esta forma también cómplice del 37º Congreso de la semFYC que llenará la ciudad de médicos y médicas de familia durante los próximos 4, 5 y 6 de mayo.

Hasta 50 farmacias madrileñas se han unido a la campaña de recogida de antibióticos para impulsar su uso prudente y los farmacéuticos comunitarios que se han involucrado en estas acciones han puesto a disposición de la población contenedores de SIGRE en los que pueden depositarse los antibióticos sobrantes. También están repartiendo dípticos informativos sobre los riesgos del uso inadecuado de los antibióticos y las resistencias bacterianas. Asimismo, los usuarios que entreguen sus restos de antibióticos responderán a un sencillo cuestionario sobre el uso de estos

Un peligro para la población

Las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos son un peligro para toda la población pues pueden agravar infecciones difíciles de tratar que aumentan el riesgo de complicaciones y de la probabilidad de desenlace fatal entre las personas infectadas. Las resistencias hacen que los antibióticos pierdan eficacia de tal forma que en el futuro, cuando alguien necesite esos antibióticos, puede que ya no sean eficaces

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. La OMS ha advertido de este peligro y del riesgo que se correen un futuro próximo de no contar con antibióticos eficaces frente a la mayoría de las infecciones más frecuentes en la población.

¿Cómo se pueden hacer resistentes las bacterias?

Una de las principales causas de aparición de estas resistencias es el consumo frecuente y repetido de antibióticos cuando se emplean a unas dosis y/o durante tiempo incorrecto o su uso en infecciones como catarros, gripe y la mayor parte de las enfermedades invernales, en las que el antibiótico no se necesita. En relación a esto, José Mª Molero, coordinador del Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la semFYC, apunta que los ciudadanos pueden sentir que“muchas enfermedades pueden tener síntomas similares, pero tal vez no requieran el mismo tratamiento. El antibiótico que se haya recetado para una infección anterior puede no ser necesario en otras infecciones posteriores. Solo un médico puede determinar si una infección requiere tratamiento con antibióticos”.

Molero, añade además que “son estos errores los que contribuyen a aumentar la resistencia bacteriana a los antibióticos: Esas bacterias van a producir infecciones más graves y de más difícil tratamiento en la personay se propagan rápidamente en el resto de la población”, e insiste en recordar a la población que “los antibióticos no actúan como analgésicos y no alivian el dolor de cabeza, el malestar o la fiebre”.

El problema de la desinformación

De hecho, los datos apuntan a que los antibióticos ocupan, en España, el segundo lugar de los medicamentos de uso en automedicación y que casi una tercera parte de la población consume antibióticos sin consultar al médico.

“Para utilizar correctamente los antibióticos la población debe estar bien informada”, señala Molero. La desinformación no se traduce solamente en automedicación, en el ámbito de los tratamientos con antibióticos es imprescindible acotarse a las indicaciones de tiempo, dosificación y rutina establecidos por el médico especialista en Medicina de Familia. Esta es una realidad diaria, puesto que 20% de los pacientes dice abandonar el tratamiento antibiótico pautado antes de tiempo y el 67% considera que se puede guardar parte de un tratamiento y usarlo en otra ocasión.

 

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