- Esta hormona, segregada por el tejido adiposo, protege del desarrollo del principal tipo de cáncer de hígado.
- Las mujeres la producen en mayor cantidad que los hombres y disminuye en personas obesas.
- Los resultados abren la posibilidad de dos nuevos tratamientos contra un cáncer para el que actualmente no existe tratamiento y que representa la cuarta causa de muerte por cáncer en el mundo.
(Madrid).- La incidencia de cáncer de hígado es mayor en varones que en mujeres. Esta es una característica relevante de este tumor, que afecta a más de un millón de personas cada año en todo el mundo. Ahora, un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha hallado una explicación por la que este cáncer afecta más a los varones que a las mujeres: la clave reside en la hormona adiponectina, –producida en mayor cantidad en mujeres que en varones-, que protege al hígado del desarrollo del principal tumor hepático, el carcinoma hepatocelular.
En su búsqueda por comprender mejor las razones por las que las personas con obesidad tienen más probabilidades de padecer cáncer de hígado, el grupo de investigación del CNIC, dirigido por Guadalupe Sabio, ha identificado que esta hormona es más abundante en mujeres y en personas delgadas. El estudio, que se publica hoy en la revista Journal of Experimental Medicine, demuestra que la adiponectina protege al hígado del desarrollo del principal cáncer hepático, el carcinoma hepatocelular.
Según el informe “Las cifras del cáncer en España” publicado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia estimada de cáncer de hígado en España fue de 5.862 casos (4.252 varones y 1.610 mujeres). En el contexto de la Unión Europea, España presenta una incidencia de cáncer de hígado de aproximadamente 12 de cada 100.000 hombres y 3,5 de cada 100.000 mujeres.
En la investigación que se publica en JEM, las investigadoras comprobaron que la adiponectina, una hormona producida por el tejido adiposo, tiene un efecto anticancerígeno en el hígado. Usando un grupo de sujetos sanos, han visto que los niveles de adiponectina son más altos en mujeres que en hombres. “Los niveles en sangre de esta hormona disminuyen en pacientes con obesidad y en los varones tras la pubertad, justo las dos poblaciones en las que el cáncer de hígado es más frecuente. De ahí que decidiéramos estudiar a fondo este fenómeno”, explica Sabio.
Para comprobar el efecto directo de esta hormona, Elisa Manieri y Leticia Herrera-Melle utilizaron ratones hembra que no producían adiponectina y comprobaron que el crecimiento del cáncer de hígado era igual al de los machos. Para comprender mejor el mecanismo por el que la grasa controla el crecimiento de los tumores en el hígado, señala Herrera-Melle, “nos centramos en estudiar el efecto de la testosterona sobre el tejido adiposo”. Gracias a estos estudios, añade, “demostramos que la testosterona es la causante de que la grasa libere menos adiponectina a la sangre”.
Los resultados, añade Guadalupe Sabio, “abren la posibilidad de dos nuevos tratamientos contra un cáncer para el que actualmente no existe tratamiento: el primero sería a través de la propia adiponectina, y el segundo, mediante la metformina, un fármaco contra la diabetes que se sabe que activa en el hígado la misma proteína anticancerígena que la hormona de este estudio”.